Tras un partido muy trabajado, el Real Valladolid se llevó un gran punto en su visita al Real Madrid. Los blanquivioleta supieron resistir el acoso merengue durante la primera hora de encuentro y no se vinieron abajo con el gol de Karim Benzema que parecía rescatar a su equipo a última hora. Pero el Pucela no se rindió y logró el premio del empate en los últimos minutos tras volver a aparecer la sociedad Óscar Plano-Sergi Guardiola.
Siguiendo el guion previsto, el Real Madrid era el dueño del balón desde el comienzo del encuentro. Con un Pucela pertrechado atrás, los hombres de Sergio González se defendían con orden y concierto encabezados por Kiko Olivas frente a un conjunto blanco que trataba de abrir el campo en busca de un gol tempranero. El denostado Gareth Bale lo intentaba hasta por dos veces, pero no estaba atinado ante la meta de Jordi Masip.
El equipo de Zinedine Zidane llegaba con facilidad al área rival, pero era allí donde le era difícil penetrar, viéndose obligado a redundar en disparos lejanos para crear peligro. Otro de los nombres propios del verano, James Rodríguez, lo intentaba, sin suerte, desde la frontal.
Los blanquivioleta, impulsados por un excepcional Fede San Emeterio, fiaban su suerte a las contras. En un par de ellas, Sergi Guardiola intentaba repetir el gol anotado en el Estadio Benito Villamarín y Óscar Plano disparaba alto desde lejos. Lo suficiente como para mantener sobreaviso a los blancos de que también estaban dispuestos a llevarse los puntos en juego. No así Enes Ünal, al que le faltaba rapidez para aprovechar alguna de las numerosas opciones de las que disponía durante el duelo.
Tras un apagado inicio, Karim Benzema aparecía al filo de la media hora con un cabezazo que se marchaba rozando el palo de la meta contraria. Le seguían en sus intentos de nuevo Bale y también James Rodríguez de falta directa, en remate de cabeza con todo a favor y en otro disparo con el pie. Pero ninguno de ellos encontraba puerta.
Las ocasiones merengues se sucedían una tras otra y el Real Valladolid empezaba a sufrir. Parecía cuestión de tiempo que llegara el gol. Los blancos por fin disparaban a puerta por medio de Benzema tras una buena jugada trenzada, pero Masip desbarataba la opción con el pie antes de unos últimos minutos de la primera parte en los que los visitantes daban un pasito hacia adelante.
Pese a que el conjunto vallisoletano no salía tan atrás tras el descanso, poco a poco las cosas volvían a su sitio y Bale no tardaba en volver a avisar de cabeza, aunque desviado.
Zidane daba la alternativa a Vinícius Junior para tratar de desatascar el choque. Curiosamente sucedía todo lo contrario y los suyos quedaban partidos y sin mediocampo. Sergio, por su parte, reclamaba la presencia de Waldo Rubio, que sustituía a un Javi Moyano con problemas en el hombro. Como en Sevilla, el extremeño se colocaba en la izquierda y Óscar Plano pasaba a la derecha, retrasando su posición Pedro Porro.
Luka Jovic también ingresaba en el campo y a punto estaba de marcar nada más pisar el césped. El serbio enviaba de cabeza a la misma cruceta un medido centro desde la izquierda.
Los minutos pasaban y el público del Bernabéu empezaba a impacientarse. Los silbidos aparecían levemente hacia los suyos y eran atronadores en cada una de las acciones en las que el Pucela arañaba unos segundos de aquí y de allá.
Sin embargo, el partido parecía abrirse más. Waldo, en una contra, hacía el primer disparo a puerta del equipo blanquivioleta y obligaba a aparecer a un Thibaut Courtois hasta entonces inédito. No contento con eso, el extremo dejaba boquiabierto al estadio blanco en la siguiente jugada. Con descaro, tiraba un caño a Vinícius para iniciar una carrera que terminaba en un centro de Nacho Martínez al que no llegaba a rematar por poco Sergi Guardiola en boca de gol.
Esta vez no era un rebote y sí una genialidad de Benzema la que parecía rescatar a los locales. A la media vuelta, el francés ajustaba al palo un gran disparo que superaba a Masip para abrir por fin la lata.
Otra temporada más, el Real Valladolid estaba cerca de irse de vacío de su visita al Bernabéu. Pero, después de todo el trabajo realizado, los hombres de Sergio no se rendían. Cuando todo estaba encaminado a la victoria merengue, un robo de Míchel Herrero a Toni Kroos y el posterior fantástico pase entre líneas de Óscar Plano lo aprovechaba Sergi Guardiola para introducir la pelota entre las piernas de Courtois, establecer el empate y dar un puntazo al conjunto pucelano.
A veces vale más una buena táctica que jugar al contrario de una forma desordenada,el Real Valladolid con un esquema de aguante con un desgaste sicologico de 80 minutos ha sabido jugarle al R. Madrid que domino el partido pero el gol afotunado de Bencemá que nos daba el partido por perdido,hay llego la reacción del Pucela que en un contragolpe magistral logramos el 1-1 de S.Guardiola,debemos jugár con más desparpajo,y por cierto Waldo Rubio a dado una muestra de juego de ganas y de aplomo,esto es el Pucela....SIEMPRE PUCELA.