La mala fortuna se ceba con un Sandro indultado por su afición

Sandro Ramírez pudo cambiar el curso del partido entre el Real Valladolid y el Club Atlético de Madrid, así como su propio devenir. Sin embargo, una acción desafortunada impidió que el delantero canario adelantara a los suyos en el marcador desde el punto de penalti.

La mala suerte persigue a un Sandro que ya acumula 682 días sin ver portería, desde que anotara en la Europa League con la camiseta del Everton FC. El ariete se ofreció a lanzar la pena máxima que él mismo había provocado, ya que Thomas Partey le hizo una falta en el interior del área que, VAR mediante, José María Sánchez Martínez indicó.

Cuando el canario fue a disparar, con el pie de apoyo —el izquierdo en este caso— pisó de manera que el césped que rodeaba al balón en el punto de penalti se elevó lo suficiente para descolocarle la pelota y que el lanzamiento se fuera muy por encima de la portería defendida por Jan Oblak.

Pero, lejos de culpar a Sandro por no poder sumar más que un punto, bien merecido eso sí, ante el Atlético, la afición pucelana no dudó en volcarse con su jugador. En la acción, ya en la segunda mitad, en la que el atacante falló por poco una ocasión ante la portería colchonera, el público del Nuevo Estadio José Zorrilla aplaudió con ganas y hasta coreó su nombre.

Y eso no fue todo. Cuando Sergio González decidió quitar a Sandro para dar entrada a Enes Ünal en el minuto 69, el canario se llevó una cerrada ovación de los seguidores blanquivioletas que acudieron al municipal de Pucela a ver el partido en directo. Un gesto que honra a la afición del Real Valladolid y que hará que la moral del ariete no se hunda en la oscuridad.