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Fede San Emeterio, un cántabro 100% con multitud de apodos

Fede San Emeterio, en una entrevista durante su etapa en el Granada CF (Foto: Álex Cámara).

Pese a estar lesionado en los últimos días, perderse el duelo de este domingo ante el Club Atlético de Madrid y tener en el aire su viaje al Nuevo Estadio de San Mamés, Fede San Emeterio ya es un fijo para los planes de Sergio González y un jugador muy querido por el aficionado del Real Valladolid. En apenas unas semanas, el centrocampista cántabro ya ha conseguido en Valladolid el respeto y la admiración que se tiene por él en Santander, Sevilla o Granada.

Futbolísticamente, el '16' del Pucela es un jugador que gusta. Convence por su juego y enamora por sus cifras. Las estadísticas de su partido en el Estadio Santiago Bernabéu esta temporada, en lo que fue su debut con la camiseta blanquivioleta y en LaLiga Santander, muestran de qué pasta y estilo está hecho el centrocampista pucelano.

Rápida adaptación

La adaptación a sus equipos que rápidamente consigue es muy similar a la mimetización que siempre ha logrado en los entornos y ciudades en las que ha vivido desde su salida de casa en 2016 con el sueño de llegar a la élite del fútbol español.

Esa salida, junto a su hermano, fue ambiciosa y consiguió que el actual jugador del Real Valladolid conociera otro fútbol y otras ciudades a la vez que fue madurando su personalidad. En este último punto hay dos personas determinantes: Diego Martínez y Miguel Ángel Gómez.

Fede San Emeterio, el jugador al que todos ponen un apodo diferente y referente a sus mil caras dentro del terreno de juego, se topó en Sevilla con las dos personas más importantes en su carrera profesional.

Gómez fue el que le detectó el talento defensivo y bregador y Diego Martínez el que lo trabajó, pulió y mejoró. De su carácter afable y amable fuera del terreno de juego y su estilo insistente, constante y luchador en el césped se han creado varios apodos que le persiguen en el día a día de una carrera que tiene dos descensos a Segunda B y otros dos ascensos, uno a LaLiga Santander y otro a LaLiga SmartBank

Un inseparable hermano

Hablar del "cemento", como le llama Diego Martínez, del "pitbull de la Sierra de Ibio", del "correcaminos" del centro del campo.... de "San Eme", es hacerlo, también de su inseparable hermano Borja. Gemelos de nacimiento, el crecimiento de uno y de otro siempre fue unido hasta que en el verano de 2018 los dos abandonaron el Sevilla Atlético tras dos temporadas en el equipo hispalense.

El camino futbolístico de uno y de otro se rompió. Uno fue a Granada, previa firma por el Real Valladolid, y el otro a Lugo, donde estaría sólo unos meses antes de llegar a León. El cambio futbolístico de ambos generó un hecho sin precedentes en sus carreras. Borja y Fede nunca se habían enfrentado y lo hicieron por primera y única vez el 26 de agosto de 2018.

En un duelo entre el Granada CF y el Club Deportivo Lugo, los hermanos fueron por primera vez rivales. Pese a que ambos vivieron el partido en el banquillo, la sensación fue tan novedosa como extraña. Fue una excepción, ya que a final de temporada ambos celebraron juntos el ascenso del equipo nazarí a Primera División o, lo que es lo mismo, la llegada de uno de los hermanos a la élite.

Supervisados por Aitor, el hermano mayor, ninguno de los San Emeterio ha escondido su amor por el Real Racing Club, por la ciudad de Santander y por Cantabria al completo. El amor por su tierra es incomparable. ¿Dónde se escaparía Fede San Emeterio un fin de semana? ¿A dónde le gusta ir de vacaciones? ¿Dónde desconecta del fútbol? ¿Dónde tendrá su residencia fija cuando deje el fútbol?

Todas estas preguntas, y más, tienen la respuesta en Santander o en las inmediaciones de la ciudad que le vio nacer y en aquella en la que vivirá cuando se retire y se dedique a algo "relacionado con el deporte". Su futuro pasa por él y Fede San Emeterio no lo esconde, como tampoco lo hace en el terreno de juego.

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