Las locuras confesables del Real Madrid de Ronaldo

El exjugador Roberto Carlos ha concedido una entrevista al Canal 11 de Portugal reflejada por Marca. En ella ha hablado de los momentos más excéntricos del vestuario del Real Madrid cuando él y Ronaldo Nazário, ahora presidente del Real Valladolid, jugaban en el equipo blanco.

El exlateral reconoce que el ambiente y el poder del vestuario causó problemas con los entrenadores: "Del Bosque era más un amigo, no necesitaba reglas y nos entendía perfectamente. Los entrenamientos de lunes y a veces los martes eran a las 17.00 de la tarde. No los ponía a las 11.00 de la mañana porque casi nadie llegaba".

Camacho y Luxemburgo, los damnificados

José Antonio Camacho, por el contrario, "aguantó 10 días, no había conexión con él. Llegó y puso los entrenamientos a las 7.00 de la mañana".

A pesar de compartir nacionalidad con algunos de los futbolistas, "con Luxemburgo pasó lo mismo. En las concentraciones, encima de la mesa siempre había dos botellas de vino. Ronaldo y yo le dijimos que teníamos nuestras costumbres para que intentara no cambiarlas. Le avisamos que no quitara las botellas de vino de la mesa y la cerveza antes de la cena porque si no íbamos a tener problemas. ¿Qué hizo? Quitó primero las cervezas y luego las botellas de vino. Duró tres meses".

Y es que, según revela Roberto Carlos, los jugadores tenían libertad para hacer determinadas cosas: "Hoy pienso cómo es posible que hiciéramos tantas tonterías. Acabábamos cada partido y eran vuelos privados a todos lados, una locura. Nos encontrábamos en la terminal privada de Barajas. Beckham iba no sé a dónde, Figo, Zidane que iba a tal lugar, Ronaldo, yo... y teníamos que entrenar dos días después. Yo rezaba para que los partidos fuesen los sábados para poder ir a la Fórmula Uno los domingos".