Tras la victoria (0-1) ante el Real Club Deportivo Mallorca, Sergio González era la gran demostración del alivio que supone esta victoria para el equipo blanquivioleta. Dando por cerrada la mala racha de casi tres meses sin ganar, el catalán espera que este duelo sea el punto de inflexión que tanto necesitan los jugadores.
"Era un partido importante en el calendario" y que "estaba marcado en rojo" aunque "ni ganando estamos salvado ni habiendo perdido hubiéramos descendido" porque "queda una travesía muy larga", ha confirmado.
Creyendo que "el aire que cogemos hoy es muy importante", Sergio mira a los futbolistas. "Ojalá esto nos deje trabajar más tranquilos y los futbolistas sientan el respaldo más fuerte de lo que ya lo sienten", ha asegurado.
Asegurando que "el partido podía marcar un alto y un después, es un empujón muy fuerte" para un equipo que ha recuperado parte de su identidad en Mallorca. Apostando por el sistema que más ha definido a este grupo, Sergio ha confirmado que el cambio ha llegado porque creía que "este sistema nos podía volver a funcionar, como nos funcionó" en la primera vuelta.
"Ojalá la victoria nos deje trabajar más tranquilos y los futbolistas sientan el respaldo más fuerte de lo que ya lo sienten"
Con él, "hemos vuelto a ser ese bloque fuerte" que ha mostrado "una buena imagen de solidaridad y desgaste". Confirmado que los futbolistas "tenían mucha rabia" acumulada porque "en estos tres meses sin ganar habíamos hecho méritos para ganar", la alegría es doble tras regresar a la senda de la victoria ante un rival "muy bien trabajado".