El Real Valladolid ha tenido muy claro cómo actuar ante la crisis suscitada por el coronavirus. La entidad pucelana se ha negado a realizar un ERTE, como así ha dejado claro David Espinar, portavoz institucional del club y el propio Pucela en un comunicado. El camino estaba muy definido en el Nuevo Estadio José Zorrilla, pero todo puede haber dado un cambio con el comunicado de LaLiga en las últimas horas.
Desde el organismo, y tras la reunión de la Comisión Delegada, se ha hecho público que "en un ejercicio de responsabilidad necesario para preservar un sector que representa el 1,37% del PIB, y emplea cerca de 185.000 personas, se insta a los Clubes/SAD afiliados a iniciar ERTE’s de reducción de jornada por causa de fuerza mayor habilitados por el Gobierno como mecanismo excepcional para evitar y paliar el impacto negativo que el COVID-19 está produciendo en el sector, y poder garantizar así su posterior recuperación".
Con esta información queda saber cómo responderá un Pucela que ha tenido muy claro su proceder y al que sólo le quedaba por hacer oficial el acuerdo con una plantilla que está dispuesta a dar "su brazo a torcer" y a cerrar las negociaciones para adecuarse a la realidad existente en España.