¿Un Real Valladolid de baloncesto?
El más que posible derecho de ascenso del Carramimbre Ciudad de Valladolid a la Liga Endesa ha abierto del todo una puerta que hacía ya tiempo que contemplaban el equipo de baloncesto y el Real Valladolid: una especie de fusión para consolidar el ambicioso proyecto de Ronaldo Nazário en la ciudad.
La historia viene de lejos, pero se intensificó según iba avanzando la temporada en la Liga LEB Oro y nadie apeaba al Carramimbre de su primera plaza, la única que da derecho a ascender de forma directa. El pasado 29 de enero, Mike Hansen, presidente del Ciudad de Valladolid de baloncesto, respondió así, cuándo, en una entrevista, se le preguntó por ello: "¿Sería una posibilidad? Por supuesto que sí. El Real Valladolid quiere hacer inversiones, tiene ilusión y una tremenda masa social. No es descabellado y esta directiva nunca pondría ningún impedimento si es algo bueno para el equipo y para la ciudad. Nosotros tenemos que hacer nuestros deberes por si llega esa oportunidad".
El momento de planteárselo ya seriamente es este porque la pelea porque la plaza de Valladolid en ACB sea reconocida está en su punto álgido. Luchar para después desechar la oportunidad no daría buena imagen. La Cadena Ser informó este sábado de la constancia del Ayuntamiento de Valladolid de esas negociaciones entre ambos clubes.
El ascenso a la Liga Endesa, no obstante, sigue siendo costoso en lo económico, y no lo facilitaría la presencia del Real Valladolid Club de Fútbol porque el Consejo Superior de Deportes no permite que una misma Sociedad Anónima Deportiva participe en dos disciplinas. Así de claro lo dice el punto cuatro del Artículo 19 de la Ley del Deporte: "Las Sociedades Anónimas Deportivas sólo podrán participar en competiciones oficiales profesionales de una sola modalidad deportiva". Por lo tanto, el Real Valladolid de Baloncesto (así se llama el Real Betis) podría compartir colores, pero tendría otra denominación social y cuentas económicas diferenciadas. En ningún caso el Pucela podría tener de forma oficial una sección de baloncesto ni ambas instituciones fusionarse. Es fácil: no es legal.
Eso no quiere decir que ver al equipo de baloncesto de Valladolid vestido de blanquivioleta y con una clara relación con el Real Valladolid esté descartado. Ambas partes, que ya se reunieron hace meses para establecer canales conjuntos en aspectos de marketing, buscan la fórmula.
La rentabilidad económica del baloncesto, en comparación con el fútbol, es mínima. No existen los traspasos millonarios ni se mueve el dinero que se mueve en el balompié. Pero hacer ciudad y demostrar que vas en serio tiene un precio.