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El feo gesto de Aduriz que nunca gustó en Valladolid

ElDesmarque

El exblanquivioleta Aritz Aduriz se despidió este miércoles del fútbol con una emotiva carta en sus redes sociales, asegurando que, a sus 39 años de edad, ha llegado el momento de operarse, como le recomiendan los médicos, y de poner punto y final a su carrera como jugador.

Procedente del Burgos CF de Segunda División B, el vasco formó parte del Real Valladolid temporada y media en LaLiga SmartBank, desde verano de 2004 hasta invierno de 2005, cuando fue traspasado por alrededor de tres millones de euros al Athletic Club. En ese tiempo dejó muy buen recuerdo por tierras pucelanas, llegando a anotar 20 goles en 46 partidos disputados.

Desde entonces regresó en numerosas ocasiones al Nuevo Estadio José Zorrilla, también con las camisetas del RCD Mallorca y del Valencia CF. En la 2007/2008 fue el autor del doblete que dio el triunfo (1-2) al conjunto bilbaíno frente al Pucela de José Luis Mendilibar, pero fue en la 2012/2013 cuando la conexión con una parte de la afición blanquivioleta se rompió.

A pesar de que en líneas generales se le guarda cariño en Valladolid, lo que se ha podido comprobar con los aplausos que recibió en sus últimas visitas a Zorrilla e incluso con el regalo que le tenía reservado el club pucelano en el último partido antes del parón por la pandemia del coronavirus, muchos siguen recordando lo que sucedió en el estadio vallisoletano un 1 de febrero de 2013.

Marc Valiente atiende a los medios días después del codazo recibido por parte de Aduriz (Foto: Jonathan Tajes).

En un partido que terminó con 2-2 en el marcador, Aduriz propinó un fuerte codazo a Marc Valiente en un salto en la primera parte, lo que terminó con el excentral vallisoletano en el hospital y casi dos meses de baja por tener que ser intervenido quirúrgicamente por fractura del hueso malar y arco cigomático. como se puede ver en la imagen superior.

El delantero sólo vio la amarilla en esa acción, algo que enfadó sobremanera al Real Valladolid y a sus aficionados durante varios días. Valiente, aún reconociendo que era expulsión y tras unos días de bastante cabreo, terminó por aceptar las disculpas de Aduriz, que tuvieron lugar horas más tarde de la acción en cuestión.

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