El pasado 25 de febrero, Pablo Hervías sorprendía con las palabras en su rueda de prensa en el Estadio José Zorrilla. El '11' del Real Valladolid 'explotaba', por llamarlo de una forma, por su falta de minutos, oportunidades y titularidades. Con sinceridad y naturalidad, el riojano pedía minutos y, con el tiempo, ha llegado su oportunidad.
Es cierto que de aquellas declaraciones han pasado más de cuatro meses pero han sido apenas ocho partidos por el parón por el coronavirus. Desde entonces, y sin contar el partido posterior al encuentro, en el que el jugador calentó pero no saltó al terreno del Reale Arena, Pablo Hervías ha encontrado lo que buscaba y necesitaba.
Con 44 minutos de juego en la dura derrota (1-4) ante el Athletic Club, Pablo Hervías ha sumado minutos en todos los partidos disputados por el equipo desde la visita a San Sebastián. Con tres titularidades desde el reinicio de la competición, el extremo suma 321 minutos. Se trata de una buena cifra, que le deja en una buena situación en esta fase de la temporada y que le está llevando a su mejor versión sobre el terreno de juego.
Poco a poco, Hervías se va encontrando mejor. Ese carácter atrevido e individualista que tiene en su juego le hacen ser, cada partido, más incisivo y más efectivo. Tiene ya peso en el juego del equipo y respuestas en la propuesta de Sergio González. Mirando atrás, la situación del jugador ha cambiado. En protagonismo y rendimiento, el futbolista es otro, y, obviamente, el tiempo ha sido su mejor aliado.
Mermado por la lesión de rodilla de la temporada pasada, el paso de las semanas ha ayudado a que el jugador, parte importante del equipo en el ascenso de 2018, haya ido mejorando en su rendimiento y se haya reencontrado con una versión muy cercana a su mejor nivel. Así, y sólo así, se comprende el salto que ha dado en los esquemas de Sergio y en su evolución en el terreno de juego.