Merecida derrota (2-0) del Real Valladolid en su visita al Estadio Benito Villamarín ante un Real Betis que no necesitó pisar el acelerador para desmontar de un soplido a un rival irreconocible que pagó cara su mala puesta en escena. Aunque mejoró levemente en la segunda mitad tras los cambios, el conjunto pucelano no dio la sensación en ningún momento de poder meter miedo al equipo verdiblanco.
El partido comenzaba con un ritmo alto, con los dos equipos abiertos y una jugada polémica a las primeras de cambio. Con el brazo despegado del cuerpo, Óscar Plano rechazaba de forma involuntaria un cabezazo del equipo verdiblanco dentro del área y Santiago Jaime Latre, tras consultar el monitor del VAR, decretaba penalti. Roberto Jiménez, en su estreno con la camiseta blanquivioleta, no podía detener el imparable disparo a media altura de Nabil Fekir.
Pero el infortunio no quedaba ahí. Minutos después del 1-0, Javi Moyano caía lesionado del aductor y tenía que ser sustituido por Luis Pérez. El cambio en sí iba en concordancia con el desarrollo del encuentro, pero el Pucela perdía una sustitución nada más comenzar.
Al equipo de Sergio González le costaba un mundo reponerse de los dos contratiempos, se veía incapaz de construir el juego y, para colmo, sufría cada vez que los hispalenses merodeaban el área. En uno de esos acercamientos, William Carvalho hacía el segundo con una gran volea desde la frontal.
Ni por esas. Un conjunto vallisoletano totalmente desdibujado no se encontraba sobre el terreno de juego. La bola ni siquiera llegaba a los hombres de arriba y el equipo de Manuel Pellegrini se gustaba y era el claro dominador. Para cuando los visitantes lograban salir de la cueva, al Betis le bastaba con interrumpir el juego en falta para desactivarle.
La primera parte terminaba con un gol anulado a Joaquín Fernández por claro fuera de juego y sin soluciones, con derrota momentánea totalmente merecida para el Pucela.
El regreso al terreno de juego se producía con triple cambio en los visitantes. Kike Pérez ocupaba el lugar de Míchel Herrero en el centro del campo, Pablo Hervías entraba en vez de Óscar Plano en banda derecha y Shon Weissman acompañaba en punta a Sergi Guardiola, retirándose Waldo Rubio y pasando Fabián Orellana a la izquierda del ataque.
De inicio parecía que las sustituciones despertaban del letargo al conjunto blanquivioleta, que veía como le era anulado otro tanto por otro meridiano fuera de juego, esta vez de Weissman.
Pero era un espejismo, el equipo sevillano seguía siendo el dueño del balón y, aunque los vallisoletanos parecían llegar con algo más de peligro, era Roberto el que tenía que aparecer en un tiro duro de Joaquín Sánchez.
Mediado el segundo periodo Sergio se veía obligado a hacer la última variación ante una nueva lesión. Uno de los pocos que estaba cumpliendo, Joaquín Fernández, se rompía muscularmente y tenía que retirarse, cambiado por un Javi Sánchez ya recuperado de su lumbalgia.
En pleno ida y vuelta, también emergía la figura de Claudio Bravo en un disparo envenenado de Orellana desde la frontal. A la contra, Borja Iglesias rozaba el tercero de su equipo con un disparo cruzado.
Viendo las opciones de gol que tímidamente iba acumulando el Real Valladolid, los locales dormían el partido en el tramo final con varios cambios y manteniendo la posesión de la pelota, para evitar el robo rival.
De ahí al final, con un Pucela sin gasolina y a merced del contrario, sólo se veía alguna intentona de Hervías por la derecha y una nueva parada de Roberto a remate de Tony Sanabria.
Justa derrota de un Pucela que no dio buenas sensaciones en su primera visita de la temporada y que se queda con un punto en la tabla clasificatoria antes de recibir al RC Celta el próximo domingo en el Nuevo Estadio José Zorrilla.