Poco a poco, la enfermería del Real Valladolid se va vaciando. Si durante la semana eran Sekou Gassama, ya en el CF Fuenlabrada, y Moctar Sidi El Hacen los que se reincorporaban al grupo, en el entrenamiento vespertino de este jueves le ha tocado el turno a Jordi Masip, que ha reaparecido en los Campos Anexos tras haber superado el coronavirus.
El portero, que dio positivo hace dos semanas, ha tenido que estar aislado todo este tiempo en su casa. 14 días más tarde, se ha sometido a un nuevo test que, en esta ocasión, ha ofrecido un resultado negativo. Esto le ha permitido regresar con el resto de compañeros, aunque, tras el parón, parece prematuro que esté ya listo para el partido de este fin de semana ante la SD Éibar.
Los titulares en el Estadio Alfredo Di Stéfano tuvieron sesión de recuperación, mientras que los suplentes e inéditos se ejercitaron con intensidad sobre el césped de las instalaciones blanquivioleta.
Las únicas ausencias, de esta manera, fueron los lesionados Javi Moyano, Joaquín Fernández, Rubén Alcaraz y Kiko Olivas, bajas seguras para el próximo encuentro ante el equipo dirigido por José Luis Mendilibar.