Alberto López, exjugador y exentrenador del Real Valladolid, ha pasado este viernes por los micrófonos de Radio Marca Valladolid para hablar de cómo ve la situación actual del equipo. También ha comentado algunos detalles de su dura etapa de entrenador en los dos equipos que se enfrentan este fin de semana, el Pucela y el Deportivo Alavés. En ambos fue el salvador, evitando una situación crítica.
El momento que vive ahora mismo el Real Valladolid deja bastantes dudas para esta temporada. Pero, como dice Alberto, esto también acaba de empezar. "Aquí nadie baja hasta final de temporada. Un equipo puede estar mal, pero hasta junio no puede bajar". Por lo que se muestra cauteloso y advierte que "no se puede estar con miedo y agarrotados en octubre".
En más profundidad, la gran reflexión que deja Alberto López sobre el estado mental de un equipo en estas situaciones es para analizar: "Hay jugadores que son buenísimos y, en momentos así, te fallan un pase fácil a 10 metros. En todos los equipos hay dos o tres que da igual la situación en la que estés, les da igual ganar, perder o empatar, pero hay que ponerlos, porque el resto se van haciendo de menos".
Todo esto influye en la psicología de un equipo y en lo que provocan las malas rachas, a pesar de tener buenos futbolistas para no sufrir. "Como tengas mucha gente en la plantilla que se haga menos... es muy difícil ganar partidos", concluyó Alberto.
En cuanto a la LaLiga Santander actual destaca la importancia que tiene tener un equipo regular tanto atrás como hacia adelante, y también la relevancia de empezar con una buena dinámica, relacionado con el tema de la plantilla y lo mental. "Hoy en día LaLiga está muy polarizada: los de arriba y los de abajo. Si no empiezas bien te quedas abajo. En Primera es muy importante sacar puntos ganando partidos, está bien empatar varios partidos, pero cuando el siguiente pierdes... ahí vienen los problemas".
También comentó, sobre su etapa como entrenador del Pucela que "era una situación muy dolorosa ver como el club se podía ir a Segunda División B". La raíz del problema no venía de una mala gestión, sino de un grupo de jugadores que por ciertas cosas no rindieron como se esperaba. "En la plantilla había una situación increíble, pero el club era honesto y muy trabajador, afortunadamente no pasó nada", afirmaba Alberto, recordando esos duros momentos.
Olé, Olé nuestro Alberto, nuestro querido Alberto. SIEMPRE PUCELA!!!!