El Real Valladolid recibió un golpe excesivo ante el Sevilla FC. Como ya pasó en el Estadio Abanca-Balaídos, en la jornada 25, los de Sergio González volvieron a encajar gol en el último minuto del encuentro. Esta vez, el verdugo fue Yassine Bono. El arquero sevillista subió a rematar y entre la maraña de piernas, logró conectar un disparo y batir a Roberto Jiménez. El tanto privó al conjunto blanquivioleta de sumar tres valiosos puntos de los que ya se estaban relamiendo.
Parece que esta temporada, la victoria se está resistiendo más de la cuenta. Tampoco la fortuna está del lado pucelano, los constantes y groseros errores defensivos hacen que el Real Valladolid no pueda dar una alegría a sus aficionados. Pero, en esta pesadilla, hay un rayo de esperanza de luz. Por primera vez en la presente campaña, el Pucela ha logrado puntuar en cuatro jornadas consecutivas. Un dato esperanzador que puede provocar el comienzo del camino de la salvación.
Fue en la Jornada 24 cuando el Real Madrid se impuso por la mínima al Real Valladolid en el Nuevo Estadio José Zorrilla. Ese encuentro marcó un antes y un después, ya que, desde entonces, los pucelanos no han vuelto a conocer la derrota y encadenan cuatro jornadas puntuando, un hecho que han logrado por primera vez esta temporada.
Tras la derrota ante el Real Madrid, el Real Valladolid empató ante el RC Celta de Vigo (1-1), sumó los tres puntos ante el Getafe CF (2-1), volvió a empatar ante el CA Osasuna (0-0) y, el más reciente, sumó un amargo punto ante el Sevilla (1-1). En esos cuatro encuentros, los de Sergio González han sumado seis puntos de 12 posibles, lo que significa que se distancian cuatro puntos de la zona de descenso que, en este mismo, marca la SD Eibar, con 23.
La temporada del Pucela no comenzó de la mejor manera posible. De hecho, la primera victoria llegó en la jornada 9 ante el Athletic Club (2-1). En ese momento, el cuadro blanquivioleta sumó otro triunfo ante el Granada CF (1-3) y empató ante el Levante UD (1-1), pero no pudo prolongar su buena racha al caer derrotado contra el Atlético de Madrid (2-0).
Parecía que la mala dinámica daría un vuelco al encadenar tres encuentros puntuando, pero nada más lejos de la realidad, el Real Valladolid no lograba mejorar sus números, todo lo contrario, tan solo lograba puntuar en dos encuentros consecutivos y al tercero volvía a conocer la derrota.
La victoria en el Coliseum Alfonso Pérez en el primer partido de 2021 hacía presagiar que el nuevo año traería buenos resultados. Sin embargo, la derrota ante el Valencia CF (0-1), el empate ‘in extremis’ ante el Elche CF (2-2) y el punto sumado ante el Levante en el Estadio Ciudad de Valencia (2-2) no satisficieron las necesidades de un Pucela que buscaba sumar los tres puntos ante rivales directos. Finalmente, las expectativas no se cumplieron y los resultados no ayudaron a que los pucelanos se alejaran de la zona baja de la clasificación.
Ahora, la salvación queda en manos del Pucela, ya que depende de sí mismo. No hay duda de que su juego ha mejorado a lo largo de la temporada, pero es necesario traducir esa mejoría en ocasiones y buenos resultados.
Los golpes excesivos vienen de una excesiva defensa, de unos cambios horrendos y de cambiar el fútbol por frontón. Este equipo si mete 1 gol se echa atrás hasta que nos empatan, y si nos marcan primero es prácticamente imposible que se remonte el resultado. El Valladolid de Sinergio es un caos, un despropósito total.