Durante el pasado verano, en la elección de plantilla de Sergio González, el Real Valladolid tuvo que tomar muchas decisiones y uno de los nombres que más esperanza generaba en el entorno era el de Moctar Sidi El Hacen. Después de su exitosa cesión en el Club Deportivo Lugo, el mauritano pedía una oportunidad en el primer equipo que no le llegó.
La gran cantidad de activos para el centro del campo colocaron al jugador en el mercado y llovieron las ofertas. Decenas de equipos de LaLiga SmartBank llamaron a su puerta pero el jugador sólo atendió a la propuesta llegada desde el Estadio Ángel Carro. El regreso a Lugo le parecía interesante y, por ello, firmó un año de nueva cesión que ha cambiado las expectativas con él.
Si bien en la temporada 2019/2020 todo salió de cara al jugador, en la 2020/2021 poco le ha sonreído. Es cierto que, como la campaña pasada, el equipo se ha salvado pero en el éxito lucense el peso de El Hacen ha sido diferente. Si hace casi un año nadie imaginaba un CD Lugo sin el africano, este domingo, en el duelo final de la temporada en Vallecas, El Hacen no disputó ni un solo minuto al vivir todo el duelo desde el banquillo.
Estuvo en la lista de Rubén Albés pero no llegó a saltar al terreno de juego. De esta forma se confirmó la mala temporada de un jugador que no ha sido lo importante y determinante de unos meses atrás. Disputados 26 partidos oficiales y siendo 16 desde la titularidad, El Hacen ha sumado 1.418 minutos, apenas 200 más que la temporada pasada, cuando llegó en invierno a Lugo.
En cuestión de goles, la diferencia es abismal. En contexto liguero, El Hacen sólo ha hecho una diana esta temporada por las cinco de la campaña pasada. Los nueve puntos sumados por el jugador hace un año destacan con el solitario punto que ha sumado en la temporada 2020/2021, aquélla con la que se cambian las credenciales y la imagen de uno de los jugadores cedidos por el Pucela. Esta vez, la cara positiva de los jugadores a préstamo no ha sido él.