Los sistemas de juego de Pacheta en sus anteriores equipos
El nuevo entrenador del Real Valladolid, José Rojo, Pacheta, cuenta en su currículum con varios equipos a sus espaldas. El más reciente es la Sociedad Deportiva Huesca con el que consiguió 22 puntos en 20 jornadas. De hecho, mantuvo intactas las opciones de permanencia en LaLiga Santander hasta la última jornada, donde dependía de sí mismo para lograr la salvación. Sin embargo, el empate sin goles en el último encuentro ante el Valencia CF les dejó con la miel en los labios.
Huesca, su último equipo
Su predecesor en el equipo aragonés fue Míchel Sánchez, otro de los que estaban dentro de la lista de candidatos al banquillo blanquivioleta. El técnico madrileño no obtuvo recompensa, pese a su esfuerzo, y el Club decidió destituirle. Míchel apostaba por un 1-4-4-2 en la mayoría de los partidos haciendo alguna variante en alguno de ellos con el 1-4-3-3. Pacheta, en cambio, revolucionó los planes de su compañero de profesión y su primera alineación destacó porque introdujo cinco defensas.
Su carrera y trayectoria profesional como entrenador
El burgalés, viendo que podría ser la solución de los problemas, apostó por un 1-5-2-3 y un 1-3-5-2 que fueron prácticamente inamovibles. Este tipo de formaciones no era algo nuevo en los sistemas del de Salas de los Infantes. En el CD Numancia, en 2009, también los introdujo cuando intentó salvar al equipo soriano del descenso, algo que, finalmente, no pudo lograr.
Su siguiente parada fue el Real Oviedo. En el conjunto asturiano, estuvo dos años al frente de su proyecto para poder ascender a LaLiga SmartBank. En la categoría de bronce, el Real Oviedo de Pacheta acabó octavo en la temporada 2010/2011 y sexto en la 2011/2012. Sus aspiraciones acabaron con su salida al FC Cartagena. Tras su experiencia en tierras murcianas, se fue a Polonia, donde dejó al Korona Kielce en mitad de tabla de la Liga Polaca 2013/2014. Allí ya se vieron las primeras pinceladas del 1-4-4-2, que es el dibujo que más ha utilizado durante su trayectoria.
En la campaña siguiente, la Segunda División B le volvió a llamar a su puerta para entrenar al Hércules CF, donde no llegó a cuajar, ya que tan sólo ganó nueve partidos de los 26 disputados. Su despido le trastocó los planes, pero el 1-4-4-2 siguió intacto en la mayoría de los encuentros. Ese dibujo lo llevo con él a Tailandia en 2016 para implantarle en el Ratchaburri FC, su nueva aventura. Es verdad, que en todas estas experiencias introdujo alguna variante en ese sistema, dándole forma y convirtiéndolo en un 1-4-5-1 o en el clásico 1-4-2-3-1.
La meritoria sexta plaza llevó consigo el contrato con el Elche CF. El conjunto ilicitano fue el que le llevó al estrellato. Sus dos ascensos, uno a Segunda División en 2018 y otro a Primera en 2020, no dejaron indiferente a nadie. De 129 partidos, ganó 54, empató 42 y perdió 32. En esas tres temporadas, la presencia de los cinco defensas fue muy escasa, una de las características del inicio del burgalés como entrenador. Es más, en su primera campaña en Segunda, en ninguno de los partidos dispuso ni el 1-5-3-2, ni el 1-5-2-3, ni el 1-5-4-1.
Nuevas ideas en su actual etapa
Fue en la siguiente, en la del ascenso, cuando esos cinco defensas ya se vieron en sus alineaciones. Esa idea la quiso proponer en el Huesca, donde, como se ha citado anteriormente, no cumplió sus objetivos.
Ahora, en su nueva etapa, en la rueda de prensa de su presentación, no quiso desvelar nada de sus dibujos, dejando en el aire sus preferencias en este aspecto.
Si sus primeras alineaciones están acompañadas de buenos resultados, será una pista de lo que va a ser el Pucela de Pacheta. Tal y como reconoció este pasado jueves, pretende que sea un equipo "valiente" y "agresivo" para poder ascender a la élite en una temporada que se presenta, cuanto menos, ilusionante.