¿Cuántas veces se ha escuchado que Toni Villa no rendía porque Sergio González no ofrecía el juego que el murciano necesitaba? ¿En cuántas ocasiones se ha dudado de la confianza del entrenador en el atacante? Ambas preguntas tiene la misma respuesta y, ahora, sin Sergio González en el NUevo Estadio José Zorrilla, el '19' blanquivioleta está ante la pretemporada más importante de su carrera profesional.
Sin formar parte de la primera lista de jugadores descartados por el Club, el atacante murciano está ante su gran opción de convencer y rendir sin excusas ni excepciones. Sabiendo que José Rojo, Pacheta, va, según él, a "jugar a las cualidades" de su plantilla, el '19' no va a tener justificación.
Desde el primer día se le va a mirar a fondo y al detalle y desde el primer encuentro amistoso se va a ver y analizar si está capacitado y preparado para liderar al Real Valladolid o, si por el contrario, el suyo es un problema que no tiene nombres y apellidos.
Con el descenso paulatino de protagonismo de las últimas temporadas, la unión de Sergio y el jugador estaba rota. Uno u otro debían salir de Zorrilla este verano. Lo ha hecho el catalán y la responsabilidad recae, ahora, en el jugador. Es su momento, es su oportunidad y es su exigencia.
Sin excusas y con la mayor ambición posible de un jugador con peso en el vestuario y galones en el Club, Toni Villa debe ofrecer todo aquéllo que siempre se ha esperado de él, pero que sólo ha conseguido dar en espacios muy cortos de tiempo. Hasta este verano existía excusa o, como poco, justificación. Ahora, no. El futuro es su responsabilidad y el murciano debe saberlo y trabajarlo.