El Real Valladolid cerró este pasado viernes su atípica pretemporada 2021/2022. El conjunto de José Rojo, Pacheta ha jugado tan sólo tres compromisos amistosos antes de encarar el inicio liguero. Un debut que está a menos de una semana, ya que el próximo domingo se enfrenta a la Unión Deportiva Las Palmas a partir de las 22.00 horas en el Estadio de Gran Canaria.
Tras el descenso de categoría, las dudas desbordaban las arcas del Nuevo Estadio José Zorrilla, pero la planificación con las incorporaciones de caras nuevas en el organigrama del Club puede cambiar un guion que, aunque se presente ilusionante, debe estar acompañado de resultados. Todo ello, además, dependerá de cómo avanza la plantilla, ya que no hay sitio para los actuales, hasta la fecha, 33 integrantes. De ellos se puede sacar alguna que otra conclusión en esta pretemporada tanto en el plano puramente colectivo como en el individual. Muchos de ellos han salido reforzados, pero otros no han dado ese paso adelante que requería un equipo que se está adaptando al estilo de su nuevo entrenador.
La parcela atacante ha contado con un jugador que se ha ganado el protagonismo que quiso tener la pasada temporada y, por circunstancias ajenas a él, no consiguió. En esta campaña, parece que todo ha cambiado. Shon Weissman demostró a Sergio González que era el delantero que el Real Valladolid necesita y Pacheta está viendo con sus ojos a ese '9' que quiere cualquier entrenador.
El israelí ha anotado en dos de los tres encuentros y ha sido la principal referencia en ataque de su equipo. De hecho, en defensa, cuando el Pucela basculaba en campo propio, Weissman se quedaba arriba en un 1-5-4-1. En este dibujo, era Marcos André de Sousa el que ejercía de banda para poder salir a la contra con su velocidad y la conexión que buscaba, en alguna que otra ocasión, con el propio Shon.
El brasileño no ha sido uno de los jugadores más destacados, pero en el mercado de verano es el que más suena para una posible salida. El '16', a pesar de las oportunidades, no ha llegado a cuajar buenas actuaciones. Unas, por su precipitación y otras por no estar en el sitio adecuado cuando el centro lo pedía.
Sin embargo, sigue siendo un futbolista clave y podrá demostrar durante la campaña las sensaciones que dejó, por ejemplo, en el Club Deportivo Mirandés y en LaLiga SmartBank, categoría en la que militará este año con la blanquivioleta. El resto de la competencia, de momento, no ha estado a la altura de las circunstancias, ya sea por problemas físicos o por su propio rendimiento.
El sistema del de Salas de Los Infantes provoca que los mediocampistas tengan un rol diferente. El técnico busca que la gente que está por fuera se meta por dentro para poder sacar el balón jugado y, así, conectar con la delantera de manera más eficaz. Este movimiento táctico desencadena, en la otra cara de la moneda, que las funciones de este tipo de jugadores cambien sobre la marcha.
Cuando Toni Villa u Óscar Plano han actuado como interiores, dejando la banda sola para el carrilero, el medio del campo acumula varios efectivos dejando alguno sin el protagonismo o importancia que desearía. Sin embargo, el pasado viernes en Zaratán se pudo apreciar la incorporación en el dibujo táctico de un mediapunta. Con ello, Roque Mesa tuvo más espacio a la hora de hacer las transiciones y Fede San Emeterio le cubrió la espalda cuando la jugada así lo requirió. De este modo, este tipo de jugadores cobran más importancia porque no hay extremos como interiores y no se llega, por estas razones, a producir una aglomeración de futbolistas en dicha parcela.
Roque y Álvaro Aguado han sido los que más han destacado sobre el resto. Ambos bajan a recibir el balón para dar apoyo a los centrales y así poder superar con mayor facilidad las líneas de presión del rival. A partir de ahí conectan o bien con Toni o con Plano, dos jugadores llamados a ser importantes en los distintos dibujos de un Pacheta que tirará de ellos en más de una ocasión para que la posesión sea de color blanquivioleta.
La fortaleza defensiva que ha tenido años atrás el Real Valladolid sigue siendo, hasta la fecha, la asignatura pendiente. Es más, ahora, tienen todavía más responsabilidad con el balón en sus pies. En esa faceta, se ha podido ver más cómodo a Jawad El Yamiq, uno de los centrales que utilizaba el equipo para poder triangular y conectar con el resto de sus compañeros.
Kiko Olivas y Joaquín Fernández no han sabido aprovechar estos compromisos amistosos para salir reforzados en este aspecto. Aunque, ambos, en Zaratán, a pesar del error del almeriense en el gol de la SD Amorebieta, rindieron a un buen nivel defensivo que Pacheta deberá mejorar para no pasar apuros con los diferentes rivales a los que se enfrentará.
Los laterales han dado un paso hacia su más que posible titularidad el próximo domingo. Tanto Lucas Olaza como Luis Pérez han contado con suficientes oportunidades de cara a una figura que queda totalmente revalorizada. El uruguayo, con los cinco centrales, se siente cómodo por sus cualidades ofensivas y, además, ha devuelto la confianza depositada aportando la calidad que atesora. El utrerano, en cambio, aunque le cueste conectar con el resto, y con Saidy Janko algo desaparecido, puede tener todas las papeletas para ser de la partida en Las Palmas. Sin embargo, es Pacheta el que tiene la última palabra en la toma de decisiones.
La no convocatoria de Roberto Jiménez para el partido ante el Amorebieta y su posible salida puede desencadenar un nuevo movimiento en la plantilla, ya que con ello se confirmaría la continuidad tanto de Jordi Masip como de José Antonio Caro. Los dos cubrirían la puesta en marcha de la portería pucelana para la 2021/2022.
En esta posición, no se puede sacar conclusiones en forma de figura reforzada, pero ha sido Caro el que ha cuajado mejores actuaciones. De hecho, recibió una de las ovaciones de la noche en el partido del XLVII Trofeo Ciudad de Valladolid disputado en el José Zorrilla.
En definitiva, la pretemporada ha sido tan atípica que muchos jugadores no han tenido el tiempo suficiente como para demostrar a Pacheta su valía. No en vano, podrán hacerlo, si, finalmente, se quedan, a lo largo de una campaña que, como reconoce el propio técnico, no será un "paseo".