A rey muerto, rey puesto o, en este caso y en clave del Real Valladolid, a '9' vendido, '9' firmado. Tras la salida de Marcos André al Valencia CF, el Estadio José Zorrilla da la bienvenida a Cristo Ramón González Pérez (Santa Cruz de Tenerife, 24/10/1997). El jugador canario, procedente del Udinese Calcio, llega a Pucela en calidad de cedido para la próxima campaña.
Tras los préstamos vividos en Huesca y Miranda de Ebro, el nuevo delantero blanquivioleta regresa a LaLiga SmartBank en la que ya posee 96 partidos de experiencia. Debutando en ella el 24 de agosto del año de 2014, Cristo posee el conocimiento suficiente en la competición de plata para sumar todo aquello que necesita y demanda un José Rojo, Pacheta, que ya hablaba de él antes, incluso, de ser oficial su llegada.
El entrenador burgalés está motivado con la posibilidad del tinerfeño porque sabe lo que puede dar y porque palpa en él toda la ambición y carisma que necesita el Real Valladolid en el jugador que sustituya a Marcos André. Pese a que desde el Estadio José Zorrilla se rechace la comparación entre uno y otro, el canario llega para hacer el trabajo del brasileño y, por ello, el perfil de uno y otro se asemeja en diferentes conceptos.
Pese a que Cristo González no se parezca en exceso a ese joven jugador que debutó profesionalmente en el Estadio de El Toralín hace ya siete años, la evolución del jugador le ha centrado en todos los sentidos. En el futbolístico, los años han ido ayudando a que el canario se haga más delantero. En sus inicios y, también, en sus primeros meses en el Real Madrid Castilla, Cristo actuaba mucho en el juego exterior.
No era cuestión de que apareciese en los costados para hacer superioridades sino que partía desde la posición de extremo. Poco a poco se hizo '9' en el equipo blanco y la demostración es confirmar que este jugador con grandes dotas para la finalización no hizo su primer gol de blanco hasta que transcurrieron 18 partidos.
Cuando rozaba los 1.300 minutos como merengue, y en la visita del Real Valladolid Promesas al Estadio Alfredo Di Stefano en diciembre de 2017, Cristo hizo su primer gol. Desde entonces, explotó como goleador y firmó 32 goles en 55 partidos.
Hacer un gol cada 135 minutos, asentarse como delantero y consagrar todas las ideas y sensaciones que mostró en las categorías inferiores del Club Deportivo Tenerife y en los 53 partidos con el primer equipo le llevó al primer equipo del Real Madrid con el que, incluso, visitó el Estadio José Zorrilla en marzo de 2019.
Ayudado por la confianza que Santiago Solari tenía en él, el nuevo jugador del Real Valladolid debutó con el primer equipo merengue. Lo hizo en Copa y en Melilla, con gol incluido, y se amplió durante tres duelos más. Fueron momentos importantes pero, también, detalles y recuerdos finales de la etapa blanca.
En julio de 2019 y con un contrato por cuatro años, Cristo se vinculó al Udinese Calcio. Rozando un traspaso de dos millones de euros, el canario emprendió una nueva etapa que, por el momento, la ha valido para tener más experiencia en LaLiga SmartBank.
Con un puñado de minutos en su estancia en tierras italianas, la apuesta que el jugador hizo por la Serie A le ha reportado un ascenso con la Sociedad Deportiva Huesca y media temporada en el Club Deportivo Mirandés. 47 partidos y 10 goles entre ambos préstamos no son grandes cifras pero sí que es una buena evolución del jugador para llegar, ahora, a Valladolid más hecho y consagrado.
Pese a que las cifras en esas cesiones no hayan sido las mejores, el hecho de que estuviera en la lista del primer partido del Udinese Calcio esta campaña, aquél que empataron (2-2) ante la Juventus de Turín, confirma que el jugador se está ganando el respaldo y la confianza del equipo italiano, aquél con el que le restará una temporada más tras salir de Zorrilla, su tercer estadio consecutivo en Segunda división española.