La tortura de Hervías

Hace una semana, desde ElDesmarque Valladolid asegurábamos que la situación de Pablo Hervías se complicaba y que el jugador riojano debería pasar por el quirófano otra vez. No pintaba bien la situación del extremo, tal y como se ratificó este lunes. El Real Valladolid confirmó su nueva operación y su baja para los tres próximos meses por una lesión que él mismo explicó. Este nuevo plazo aumenta la tortura que está viviendo el jugador desde que regresó al Estadio José Zorrilla en enero de 2019.

Desde entonces, el jugador no ha sido él o, como poco, no ha sido ese futbolista que se pudo disfrutar en el último tramo de la temporada 207/2018. Aquel gran final de campaña, propiciado por la llegada de Sergio González, puso un listón muy alto en un jugador que nunca ha vuelto a ser él en la confianza ni en el rendimiento.

Tras la grave lesión de rodilla al poco de regresar a Valladolid, Hervías ha encadenado situaciones complejas que hace que sus participaciones sean muy débiles y poco consistentes. El mejor ejemplo de la tortura que está viviendo el jugador es que desde el verano de 2018, cuando comenzó la temporada en la SD Eibar, sólo ha sumado 11 partidos completos, siendo siete en el ámbito liguero.

Una nueva realidad

Son más de tres años en los que ha disputado 65 encuentros, 30 de ellos como titular pero sólo 11 completos. Llegando a Valladolid en 2017 tras jugar 41 minutos, ser titular en el 82% de los partidos y completar más del 51% de sus duelos con el Elche CF, la realidad que le está tocando vivir al jugador en los últimos años es una tortura para él.

El camino está siendo complejo. Lo es desde que llegó a Éibar no tuvo minutos y volvió a Valladolid. La lesión de rodilla al poco de llegar le cambió el camino y, ahora, una nueva piedra aparece en el camino.

Sin contar con él hasta el año 2022, el Real Valladolid y Hervías intentarán reactivar nuevamente una unión que dio éxito pero que, ahora, está marcada por las lesiones, los pocos minutos y la falta de confianza.