El Real Valladolid de José Rojo, Pacheta visitaba el Reale Arena para enfrentarse a una Real Sociedad B que no se lo iba a poner fácil a pesar de que llevaba sin ganar en casa desde la jornada uno. La incertidumbre de qué versión del Pucela se iba a ver en el feudo txuri urdin sobrevolaba el ambiente: el de todas las citas lejos de Zorrilla, el imbatible en su feudo o una mezcla de ambos. Acabó sucediendo lo segundo, aunque el escenario fuera el Reale Arena. Partido maduro del Pucela que consigue una victoria importante con el gol de Shon Weissman. Los de Pacheta apenas sufrieron atrás con un excelso partido de los centrales y crearon mucho en ataque con un Toni Villa muy inspirado.
Para este compromiso Pacheta volvió a dar la oportunidad a Gonzalo Plata y mandó al banquillo a Sergio León. Los demás, los de siempre, los habituales a excepción de un Joaquín lesionado al que sustituyó Javi Sánchez. Con todo el Pucela y con todo los de Xabi Alonso para plantear un partido bonito de ver en base a la posesión de la pelota.
Los de Pacheta salieron muy enchufados con Álvaro Aguado y Roque Mesa liderando desde la sala de máquinas. Acoso y derribo del Pucela que ya en el minuto dos obligó a intervenir a Ayesa. Instantes después la tuvieron Óscar Plano y Shon Weissman. Salida en tromba de un Real Valladolid muy parecido al que apabulla en el José Zorrila.
A medida que pasaban los minutos el Sanse crecía, pero estaba muy superado en todas las facetas. Mientras tanto el Pucela se encontraba cómodo en defensa y en ataque. Mucho mejor en la creación que en la definición los castellanos que empezaban a atascarse de cara a puerta con seis muy claras en los primeros 18 minutos.
A pesar de la pausa se vio a un Nacho Martínez incansable por la izquierda, a un Gonzalo Plata sacrificado en defensa y con ganas de hacer cosas arriba y a Javi Sánchez y Jawad El Yamiq muy contundentes atrás. Sólo la falta de acierto hacía que el Real Valladolid no completará una primera media hora de 'diez'. Tras la calma llegó la tempestad de nuevo y el arquero vasco sacó una buena mano abajo tras un gran cabezazo de Javi Sánchez. Toni Villa levantó tarde el periscopio y a pesar de que se pedía penalti, Pulido Santana no sancionó nada.
La tregua ofensiva de los de Pacheta supuso, aunque sin mucho peligro, más llegadas blanquiazules por medio de la posesión del balón. Lo cuál generó más desgaste físico pucelano corriendo detrás del balón. Toni se volvió a ir al suelo al filo del descanso, pero el leve contacto no fue considerado como penalti. De más a menos los de Pacheta que merecieron ir ganando, pero se marcharon sin botín al descanso.
Tras el paso por vestuarios todo siguió en la misma tónica que en el primer tiempo. El Pucela ponía las ocasiones y el filial de la Real Sociedad achicaba espacios como podía. Roque y Toni se pusieron a combinar y el equipo empezó a jugar y llegar con más claridad a los últimos metros. Sin embargo, el gol seguía sin llegar y los huecos cada vez se reducían más. La verticalidad era inexistente por momentos.
Tanto va el cántaro a la fuente que al final el de siempre, Shon Weissman, lo rompió. Excelsa jugada de Toni Villa por la izquierda y el centro del murciano con el exterior propició el falló del arquero local y el remate del israelí al fondo de las mallas. 0-1.
El tanto de la tranquilidad llegó y los blanquivioleta intentaron dormir el encuentro. A pesar de esto, los errores atrás llevaron a que Karrikaburu se quedara solo ante Jordi Masip. El portero catalán sacó una mano excepcional para mantener por delante a su equipo. Apretaba el filial de la Real y la llegada por la izquierda con un tres para dos acabó en otra mano salvadora de Masip, esta vez a Lobete.
Tras eso, el conjunto blanquivioleta defendió con uñas y dientes, esperando una contra y esa transición ofensiva llegó en las botas de Cristo que pecó de individualista y no quiso darle un balón de gol a Sergio León que estaba sólo. Tuvo la sentencia el Pucela. La réplica llegó por partida doble y Masip volvió a hacer de salvador. Se salvó el Pucela del empate en los instantes finales. Pero, las acometidas pucelanas se sucedieron y Luis Pérez sentenció el partido con su primer gol como profesional. Victoria sufrida y muy importante del Real Valladolid en el Reale Arena.
Tres puntos de oro para la clasificación con sufrimiento y con un masoquismo desarcerbado,en una palabra un exceso de confianza por el rival que teníamos en frente,gol de Waissman de autentico killer depredador del área,hemos entregado veinte minutos al Sanse que han sido de puro nervio,mandar cuatro collejas virtuales a Cristo por hacer la guerra por su cuenta pudiendo haber dado el gol a S. León los cambios han cubierto las expectativas,ahí vamos.SIEMPRE PUCELA.