4-1: Una victoria de esperanza, ilusión y liberación

Dos derrotas consecutivas y una victoria pobre (1-2) en Alcorcón habían hecho que el Real Valladolid llegase a la jornada 34 de LaLiga SmartBank con cierta necesidad y ansiedad. La visita del Club Deportivo Lugo al Estadio José Zorrilla suponía un encuentro capital para las aspiraciones de un Pucela que quería dormir en zona de ascenso directo.

Pese a esas malas sensaciones de las últimas tres semanas, el equipo estaba, antes del duelo, a un sólo punto de la Unión Deportiva Almería. Así, ganar a los de Rubén Albés supondría pasar la noche entre los dos mejores equipos de la categoría, hecho que se consiguió con sufrimiento y fases de poco convencimiento, pero con una pequeña e innegable evolución en el juego y en la seguridad del equipo sobre el césped.

Quedan menos de diez encuentros para el final de temporada y el Real Valladolid no está en su mejor forma. Es el peor momento para desconfiar y dudar y los de Pacheta están en dudas y, por consiguiente, están generando desconfianza. En esta ocasión, y pese a lo abultado del resultado, el partido no deja grandes brotes verdes ni zanja como se esperaban las dudas por las últimas semanas.

Superioridad

En un encuentro en el que los pucelanos siempre han ido un paso por delante en el juego y en el que han conseguido forzar más una versión débil y desconfiada del rival que una suya potente y convincente, los 90 minutos no dejan la sensación de estar ante el mejor Real Valladolid, pero sí estar en el proceso de volver a encontrarlo. Es así porque el encuentro deja la esperanza de un cambio de tendencia por la liberación pucelana con los res puntos obtenidos.

El equipo, en su foro interno, sabe que no está bien. Tiene dudas y sabe, de la misma forma, que nada va a cambiar en exceso por lo vivido en este encuentro en Zorrilla. Por juego no va a ser. El Pucela sigue dejando cierta debilidad en su propuesta con tres centrocampistas pero, por lo menos, con la decimonovena victoria de la temporada consigue liberar a sus jugadores.

Estas tres últimas semanas de competición habían llevado a los vallisoletanos a ciertas dudas y encorsetamiento. Las incógnitas y ciertos de los miedos van a seguir estando en el Pucela en las próximas semanas, pero éste puede atacarlas de otra forma. Los tres puntos ante el CD Lugo y los cuatro goles anotados hacen que el Real Valladolid se haya liberado y, ahora, sin muchas ataduras, puede generar ilusión y esperanza.

Enorme premio

Ningún equipo, pelee por el objetivo que pelee, llega a su mejor versión desde las ataduras que ha tenido el Pucela en las últimas semanas. El freno generado por la derrota (0-1) ante la Unión Deportiva Las Palmas se elimina con este duelo, aquél en el que los pucelanos siempre han ido un paso por delante y en el que han dominado los tiempos.

Con una primera parte equilibrada pero con destellos de calidad y un segundo acto dominador en campo rival, vertical en los últimos metros y con personalidad tras el tanto lucense, el Pucela solventa la papeleta de la jornada 34 y lo hace con doble premio. La liberación que genera el duelo lleva, además, a dormir en zona de ascenso directa. Sin llegar al segundo puesto en la mejor forma posible, el premio es digno de alabar y celebrar. Y más a estas alturas.