José Rojo, Pacheta, actual entrenador del Real Valladolid, regresará este sábado por primera vez como rival al Estadio Manuel Martínez Valero para enfrentarse al Elche CF, equipo al que logró ascender de la Primera División de la Real Federación de Fútbol a LaLiga Santander en dos años y medio, y de cuya afición no pudo despedirse por culpa de la pandemia.
El burgalés, uno de los entrenadores más carismáticos y queridos por la hinchada de los que han pasado por el banquillo del Elche en su centenaria historia, llega ahora como rival en un partido dramático para ambos equipos.
Pacheta no tuvo la oportunidad de despedirse de la afición del Elche, ya que, tras el tardío ascenso a Primera División, y en plena pandemia, no fue renovado por el propietario del club, el argentino Christian Bragarnik, en una decisión controvertida que tiempo después calificó de "error" el empresario. "Merecía haber entrenado aquí en Primera", llegó a confesar en una de sus contadas comparecencias ante los medios de comunicación ilicitanos.
El técnico, que llegó al Club en 2018 con la afición deprimida tras una derrota en Ontinyent (1-0), tuvo a sus órdenes a jugadores que aún permanecen en la plantilla como Josan Fernández o Gonzalo Verdú, con los que logró dos ascensos, y con Edgar Badía, Fidel Chaves y Pere Milla, con los que también asaltó de forma heroica y contra todo pronóstico la Primera División.
El mensaje de Pacheta caló desde el principio en los aficionados y, en una época de grandes cambios en la entidad, el burgalés se convirtió en el portavoz institucional del Club y en un motivador para la hinchada, a la que logró convencer y seducir con su discurso, método de trabajo y entusiasmo.
Elche también marcó la vida del entrenador, quien no oculta que dejó en la ciudad a algunos de sus mejores amigos y colaboradores. Algunos de ellos le han acompañado desde entonces en su aventura profesional, como Chema Monzón, su segundo entrenador.
No será la primera ocasión en la que Pacheta se cruce en el camino del Elche desde su salida, aunque los dos precedentes anteriores fueron lejos del Martínez Valero. Ya lo hizo con la SD Huesca (3-1) hace dos temporadas. El burgalés no pudo evitar, sin embargo, el descenso del conjunto altoaragonés en una última jornada de infarto en la que el Elche logró salvarse pese a no depender de sí mismo al aprovechar el traspiés del Huesca ante el Valencia CF.
También esta temporada se produjo el reencuentro con el Elche, con nueva victoria para el técnico, ahora en el Pucela (2-1), en el Nuevo Zorrilla en un partido que puso fin a la segunda etapa del argentino Jorge Almirón, precisamente el entrenador contratado por Bragarnik para dirigir al Elche tras el ascenso a Primera logrado por Pacheta, al frente del conjunto ilicitano.
Tras esta victoria, el entrenador no dudó en reconocer que sentía "dolor" por haber derrotado al Elche. "Todo el mundo sabe el cariño que le tengo al Elche. Yo me debo al Valladolid, pero los sentimientos son los que son. Y me duele vers a los chicos a los que he entrenado en Segunda B así porque están sufriendo", dijo a principios de noviembre.
Pacheta no pisa el estadio del Elche con aficionados en las gradas desde el 1 de marzo de 2020, cuando su equipo derrotó al CD Numancia (2-0) en el último partido como local antes de la explosión de la pandemia. Tres años después, y, aunque defendiendo ahora los intereses de otro club y en el contexto de las celebraciones por el centenario del Elche, el carismático técnico podrá tener por fin el reconocimiento de la afición ilicitana, de la que no pudo despedirse ni sentir de forma directa su agradecimiento.