La plantilla del Real Valladolid es corta de efectivos y está desequilibrada en algunos puestos. Sin embargo, la gestión de Paulo Pezzolano con algunos de sus futbolistas llama la atención.
El caso más evidente es el de Mamadou Sylla. El pichichi del Pucela en la pasada campaña en LALIGA Hypermotion apenas está contando esta temporada para el técnico.
El delantero senegalés acumuló sus dos únicas titularidades en los tres primeros encuentros en Primera División. Casualmente, en ellos el equipo sacó cuatro de los cinco puntos que tiene, desapareciendo a continuación por completo hasta el punto de haber jugado sólo 41 minutos en los últimos seis duelos. No obstante, Sylla sólo ha disputado 1.191 minutos en la máxima categoría (poco más de 13 choques) en los que todavía no ha marcado gol.
La otra situación que hay que destacar negativamente es la gestión del míster charrúa con Iván San José, Chuki, una de las perlas de la cantera blanquivioleta. El joven atacante tuvo minutos residuales al inicio de la temporada e, incluso, fue titular en Vigo, fuera de su posición habitual, donde Pezzolano le cambió al descanso. Desde entonces no ha tenido minutos y ha sido desconvocado en la derrota ante el Rayo Vallecano, lo cual supone un problema, ya que no puede jugar con el Real Valladolid Promesas al formar parte del primer equipo a todos los efectos.
Víctor Meseguer y Stanko Juric son otros dos jugadores que esta campaña han tenido un protagonismo gestionado de una manera extraña. El mediocentro murciano, que hizo nueve goles en la 2023/2024, sólo ha sido titular en dos encuentros y en distintas posiciones.
Mientras, el croata ha tenido minutos en todas las jornadas, pero no enlaza tres titularidades consecutivas desde la cuarta. De hecho, tras la derrota en el Estadio Ramón Sánchez - Pizjuán, lo que si que acumula son dos suplencias consecutivas jugando menos. Con todo esto, lo que no se entiende es ese cambio de roles de los futbolistas de un día para otro.