161 partidos, más de 8.000 minutos y 17 años como blanquivioleta. Ése es el bagaje en el Real Valladolid de Anuar Tuhami, un jugador que, guste más o menos futbolísticamente, ha dejado en el césped hasta la última gota de sudor. Eso es un hecho que demuestra su sentimiento blanquivioleta porque, como dijo tras el último partido, Valladolid siempre será su casa.
Los jugadores saltaron al césped antes de lo habitual porque era momento de homenaje. Javier Torres Gómez, en representación del Club, entregó a Anuar esa insignia de oro para reconocer su dilatada trayectoria como blanquivioleta, desde los 13 hasta los 30 años, con trabajo para escalar peldaños y asentarse en el primer equipo. El ceutí recibió la ovación por parte de sus compañeros y de todo el Nuevo Estadio José Zorrilla, lo que provocó que no pudiera contener las lágrimas.
El Club anunció hace unas semanas que el futbolista y capitán del Real Valladolid comunicó su intención de no aceptar la propuesta de renovación recibida y terminar su vínculo con la entidad al finalizar el contrato que une ambas partes hasta el 30 de junio. Además, el Pucela detalló que ha entendido y respetado su decisión de finalizar un ciclo que, de manera profesional, comenzó con el debut en la Copa del Rey en 2014 y que le hace acumular hasta la fecha un total de 161 partidos oficiales con el primer equipo.
Anuar pasó por todas las categorías inferiores de la entidad pucelana desde los 13 años. El ceutí se aferró al Real Valladolid Promesas en la temporada 2014/2015 y lo hizo de forma brillante, disputando 37 de los 38 partidos en la Primera División de la RFEF. En las dos siguientes temporadas ya jugó con el primer equipo. En la 2015/2016, en LALIGA Hypermotion, debutó con 23 minutos frente al CD Lugo en el Estadio José Zorrilla, y en la 2016/2017, también de plata, disputó dos encuentros.
La 2017/2018 fue la de su estabilización definitiva en el primer equipo, con 22 años, disputando 25 partidos y marcando su primer gol como profesional, al Real Zaragoza. En la siguiente, tras disputar 11 encuentros, marchó cedido en el mercado de invierno al Panathinaikos FC de la Superliga griega. En su primera experiencia lejos del José Zorrilla jugó 17 partidos.
En la 2020/2021 fue cedido al Apoel chipriota, siendo pieza clave del mismo, con presencia en 24 choques. Después volvió a Zorrilla para no marcharse. Vivió los dos últimos ascensos (2021/2022 y 2023/2024), con sendos descensos (2022/2023, con una grave lesión de por medio, y 2024/25).