El sobrecogedor relato de Manu Herrera desde Estambul

El mundo sigue sobrecogido por el atentado que se produjo el lunes por la noche en el aeropuerto de Estambul, en Turquía. La cifra de fallecidos va por 42 y la de heridos por más de 200. Allí, justo en el lugar de la explosión, a escasos 300 metros de la misma se encontraba Manu Herrera. El portero del Real Zaragoza vivió todo en primera persona y ha reconocido este jueves en la Cadena Ser que llegó a temer por su vida y que fueron momentos de auténtico terror. Este es el relato del meta blanquillo: 

"Estaba en la Terminal Internacional, a 300 metros del atentado. Ocurrió justo en la puerta de entrada de esa terminal y yo estaba muy cerca de donde hacen el control de entrada. Tenía siete horas de escala en Estambul, pues mi destino final era otro. Así que busqué un sitio donde descansar y encontré ahí una sala en la que me podía sentar y pasar las horas.
De pronto, escuché una explosión bastante cerca, retumbó la silla y la pared y nos miramos todos como diciendo qué está pasando. Nadie hacía nada porque se seguía escuchando la música y a la gente hablar y parecía que todo era normal, pero automáticamente escuchamos otra y ahí ya me asusté porque escuchaba gritos y salí de la sala, me asomé y vi gente que corría hacía donde estábamos nosotros y todo el mundo gritando y chillando. La gente entró en pánico. 
Lo primero que hice fue coger la bolsa con el pasaporte por si tenía que salir corriendo y dejé allí la maleta grande. En esos momentos temes por tu vidaNo sabía qué hacer y volví donde estaba sentado y escuché otra explosión y como tiros y ahí ya hasta los trabajadores empezaron a gritar y a llorar. Para acceder a la sala donde estaba había que subir o bajar por unas escaleras mecánicas. Yo me volví a asomar, pero nadie se atrevía a bajar porque todo el mundo subía, así que lo primero que hice fue coger la bolsa con el pasaporte por si tenía que salir corriendo y dejé allí la maleta grande.
En esos momentos temes por tu vida porque se te vienen a la cabeza todas las imágenes que has visto de atentados anteriores. Bajé las escaleras y empecé a hablar con un chico que trabajaba allí y me dijo que había habido dos explosiones y que había entrado un chico con un Kalashnikov (luego supe que no llegó a entrar y que lo abatieron justo en la puerta), y que había sido un atentado. En ese momento te temes lo peor. No sabes que va a pasar. Todo era una estampida de gente y fue una noche muy larga. La verdad es que conseguimos salir del aeropuerto a las 6-7 de la mañana y pasamos por la zona y solo había agujeros de bala, los cristales, las paredes y los techos estaban destrozada. Pfff, fue terrible".
Un relato sobrecogedor de Manu Herrera que no acaba ahí, pues también ha contado dónde pasó más miedo:

El peor momento, cuando yo temí por mi vida, fue en la tercera explosión porque ahí ya sabíamos que era un atentado, que había terroristas. Por eso cogí mi pasaporte por si tenía que salir corriendo porque donde estábamos no había salida, era una ratonera. Cuando salí de la sala vi a José, un valenciano con su hijo, que estuvo muy rápido y encontró una salida de emergencia que estaba escondida en una esquina. Nos quedamos ahí por si teníamos que salir corriendo porque la otra salida era por el sitio donde había sido el atentado.

Después de todo eso, cuando la calma parecía que había llegado tras muchas horas de miedo e incertidumbre, se volvió a desatar la locura. Así lo cuenta el portero blanquillo:
"El otro momento de crisis fue sobre las 5 de la mañana. Ya nos habíamos juntado un grupo de españoles. Estábamos todos tumbados, intentado dormir y no sé por qué la gente empezó a correr y a gritar otra vez. Yo recuerdo que justo dos segundos antes me había quitado las zapatillas para dormir y me levanté corriendo, me quedé detrás de una viga y me quedé mirando como la gente iba corriendo de un lado para otro, cayéndose, pisándose y 30 segundos después paró todo y se vio que el golpe que sonó es que a alguien se la había caído algo y la gente se asustó de nuevo de toda la tensión y el estrés. La gente tenía mucho miedo". 
Herrera también ha contado que, a pesar de todo, no le ha perdido el miedo ni a los aviones ni a los aeropuertos: 

No, la verdad es que no le he cogido miedo. He pensado en cancelar mi viaje y volverme a Madrid, pero creo que estaría tomando la decisión incorrecta. Yo creo que porque unos locos quieran sembrar el terror no nos tenemos que dejar llevar por ese miedo. Haré mi viaje, eso sí más corto pues en 5 días estaré en Madrid, pero lo haré.

Esta historia de terror que está viviendo Manu Herrera va a llegar a su fin, pues este jueves de madrugada por fin va a poder continuar su viaje.