Es Noticia
Real Zaragoza
3-1
UCAM Murcia

El Zaragoza aplasta al UCAM y es el primer líder de Segunda

La afición celebra uno de los goles. | Dani Marzo
ElDesmarque

Algo ha cambiado en este Real Zaragoza. Si uno se para a comparar los dos últimos partidos oficiales, si echa la vista atrás, y revisa el desastre histórico de Palamós con lo visto esta tarde-noche en el césped de La Romareda, puede que no se lo termine de creer. Pero lo cierto es que el equipo blanquillo, el que ahora mismo dirige Luis Milla, ha dado una imagen de solvencia y calidad acorde con el objetivo del ascenso que busca esta temporada. Era el UCAM Murcia. Un recién ascendido. De acuerdo. Pero lo cierto es que el Real Zaragoza ganó porque lo mereció y no por el nombre. 

Una victoria que se trabajó desde los primeros compases del partido. Porque el Real Zaragoza salió a ganar. Y lo hizo concentrado, con tensión y con ganas de jugar el balón muy rápido. Uno de los grandes culpables de la velocidad en el juego, en la primera parte, ha sido Cani. Hacía años que La Romareda no veía a un jugador con ganas de jugar tan rápido la pelota. Hasta en cuatro jugadas, el zaragozano realizó cambios de banda acertados al primer toque. Sin filigranas. Sin florituras. Solo pensando en ponerle nitroglicerina al balón. Los murcianos, ante esa velocidad, asistieron impotentes.
Porque los jugadores blanquillos parecieron aviones en el primer periodo, mientras que el UCAM tardó 45 minutos en darse cuenta que ya estaba en la Segunda División. Fruto de las ideas claras, de la velocidad del centro del campo y de la seguridad defensiva, solo quedaba ver cómo iba a responder el cuerpo de ataque. Y la verdad es que la sorpresa fue grata. Más que eso. Podríamos decir que ha sido sensacional. 
Xumetra, por la izquierda, intervino en pocas ocasiones, es cierto. Pero dosificó los mordiscos con inteligencia. Primero, en una jugada que le costó la amarilla a Tekio. Después, en otra gran combinación con Cani, le acabó poniendo en los pies el 1-0 a Ángel. Y eso, solo, en nueve minutos. Con el marcador en franquicia, el Zaragoza jugó a tener el balón. Dormitó algunos minutos, en los que los murcianos intentaron reaccionar. Pero la realidad es que a los de Salmerón les costó 20 minutos hacer su primer tiro a puerta. 
Fruto de ese dominio, siempre con el balón en los pies, llegaría el segundo gol, también de Ángel. Esta vez a medias con Manu Lanzarote. O más bien a tercias. Porque el primero que remató el saque de Lanza fue Casado y, después, aún tuvo tiempo de tocarla Marcelo Silva. Al final, Ángel de nuevo, machacó a la red. Y de chilena. El tinerfeño está motivadísimo. Porque el ariete, punta de referencia con la lesión de Dongou, encabezó la contra que le daría el tercer gol a Manu Lanzarote. Con la calidad que le caracteriza, el catalán la puso donde Biel Ribas no pudo llegar. Algo había cambiado en esta primera parte. Y aún quedaba la segunda.

La vida con Cani y Zapater

Y para alegría de la parroquia de La Romareda, el Real Zaragoza tenía ganas de más. Tanto era así, que al poco de empezar la segunda parte, Cani hasta se permitió el lujo de tirarle un caño a uno de sus rivales. Lanzarote, también estaba cómodo y sacó su mejor repertorio. En Zapater, como coche escoba, siempre estuvo atento a la presión a la recuperación rápida. Un equipo con pegada, con ganas de jugar al fútbol y con la comodidad de ir ganando 3-0. 
Con buena parte del pescado vendido, el Zaragoza dosificó fuerzas. Podría decirse que se echó atrás, pero no como el año pasado. Esta vez sabía que tenía que estar al acecho. Como una hiena cuando huele el festín que puede darse. Así lo hizo, de manera inteligente. Cani y Zapater, los grandes espadas de este proyecto, controlaron el centro del campo y no dieron opción a un UCAM que se vio desbordado. 

Ronda de ovaciones

Mientras tando, Xumetra dejó su sitio en el campo -ovación mediante- a un Javi Ros que salió con ganas. Minutos más tarde, Álex Barrera también debutaba con el Real Zaragoza sustituyendo a un Erik Morán que fue, quizá, el más desaparecido del partido. Mientras tanto, el Zaragoza se estiraba cuando tenía que hacerlo y eso permitió ver en varias ocasiones a un Jorge Casado que cuajó un gran partido y que hizo olvidar, a su manera, a Diego Rico. 
El último que tuvo su oportunidad fue Sergio Buenacasa. El delantero del Deportivo Aragón sustituyó a Ángel, para que el ariete tinerfeño recibiese una merecida ovación de la grada. El canterano, incluso pudo marcar en un contragolpe bien trenzado, como también pudo anotarse el gol de la jornada Manu Lanzarote, que remató desde fuera del área un balón que acabó en el larguero. Por aquel entonces corría el tiempo de descuento, pero entre Javi Ros y Álex Barrera aún quisieron buscarle aún más las cosquillas al UCAM. Bueno: aún hubo tiempo para un penalti tonto de Irureta que valió para que Imaz marcase el gol del honor y del definitivo 3-1. Un borrón que no empaña un gran partido y que, tras ser convertido supuso el final del partido.
En definitiva, un partido redondo que deja al Real Zaragoza como primer líder de la Liga 123 y como el único equipo que ha ganado su partido, en esta primera jornada, por más de un gol de diferencia. Y es que, lo veníamos advirtiendo... Algo ha cambiado en este Real Zaragoza. Y pinta muy bien. 

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar