Poco o nada tiene que ver el decisivo Manu Lanzarote de las primeras jornadas del campeonato con el que actualmente pasa desapercibido sobre el césped. El catalán era el mejor arma del Real Zaragoza en el inicio de la competición, pero ha perdido peso conforme han ido avanzando las jornadas. Hoy era sustituido tras otro partido gris.
En el minuto 67 del encuentro, Raúl Agné decidía cambiar al atacante blanquillo para dar entrada a Álex Barrera. Condicionado por una tarjeta amarilla que veía por fingir, Manu Lanzarote abandonaba el rectángulo de juego después de una actuación más que discreta. Y ya van demasiadas jornadas en las que el catalán prácticamente no aparece para los suyos.
El fantástico inicio del centrocampista, le convertía en el guía del equipo aragonés en la parcela ofensiva del campo. Además de su influencia en el juego, Lanzarote se convertía en el máximo artillero del conjunto blanquillo. Una facilidad pasmosa para ver portería que se frenaba en seco tras el duelo contra el Alcorcón en La Romareda, donde anotaba los dos goles del partido.
Era la quinta jornada de la temporada en Segunda División y desde entonces no marca. Diez encuentros consecutivos sin perforar la meta rival después de haber sumado un total de cinco goles en los primeros cinco duelos. Un bagaje demasiado pobre para un futbolista llamado a ser crucial en el juego del Real Zaragoza en la presente campaña.
Pero además de la pérdida de olfato, el catalán está perdiendo mucha relevancia en el esquema blanquillo. Aparece poco en zonas peligrosas del terreno de juego y ahora unas molestias en la rodilla le impiden estar a su mejor nivel. El equipo de Raúl Agné necesita recuperar la mejor versión de Manu Lanzarote para volver a la parte alta de la clasificación.