Cuando se preparaba para debutar como jugador del Real Zaragoza llegó el jarro de agua fría. Suzuki imponía la lógica y anotaba en un saque de esquina el segundo gol del equipo catalán. Tras encajar ese 1-2, Samaras debutó como jugador blanquillo en uno de los peores escenarios posibles. El equipo debía remar y remontar un marcador adverso con poco más de 15 minutos por delante. El objetivo no se cumplió.
Samaras saltó al campo para acompañar a Ángel en esa tarea de igualar la contienda. Nada más salir, participó en tres jugadas, tocando tres balones con acierto, pero siendo más protagonista con sus movimientos sin balón. Con el griego en el césped, el Real Zaragoza tuvo una ocasión muy clara en un lanzamiento de falta. Fran lanzaba con mucha fuerza un balón que Manolo Reina repelió para que, después, Cabrera, rematase al larguero antes de que la zaga catalana despejase.
En esa ocasión Samaras estaba preparado y al acecho para ver si cazaba algún balón. Minutos después, el ariete griego inició otra jugada peligrosa. En este caso fue por el costado derecho y aprovechó la incorporación de Fran para prolongar el peligro. La jugada terminó en un centro poco certero y en saque de esquina. Después de eso, poco más se pudo ver de un Samaras que, si bien salió con ganas, se le vio, quizá, algo falto de forma todavía... De momento, el delantero ya ha tenido su toma de contacto con La Romareda. Ahora habrá que esperar su correcta aclimatación.