El Real Zaragoza llegará a la jornada 40, en la que se verá las caras con el Girona, sin haber cumplido todavía con el mínimo de los objetivos que se han planteado a lo largo de la temporada, el de lograr la permanencia. Un hecho al que se ha llegado después de acumular defectos y problemas, algunos de los cuales han permanecido por encima incluso de los entrenadores del equipo.
En la actualidad, la más profunda de las cuestiones que preocupan a César Láinez, tercer técnico del Real Zaragoza en esta desastrosa campaña, es la inoperancia en las segundas partes de los partidos. Desde que el zaragozano tomara las riendas del equipo, el conjunto blanquillo ha sido incapaz de anotar en la segunda mitad e ninguno de los diez encuentros en los que el exportero ha dirigido al equipo aragonés.
Casi 500 minutos de sequía absoluta que ha impedido al Real Zaragoza dormir con la tranquilidad de, al menos, haber consumado la permanencia. Un parcial de 0-4 -2 goles del Getafe, 1 del Cádiz y otro del Rayo-, que le han costado al Real Zaragoza hasta 7 puntos, tras haber logrado adelantarse en esos tres encuentros.