Durante días, la afición blanquilla estuvo pendiente del nombre de Borja Iglesias. El delantero del filial del Celta de Vigo era una de las piezas más cotizadas del mercado en Segunda división y el Real Zaragoza uno más de los equipo que pujaba por el jugador. Finalmente, la insistencia de Lalo Arantegui consiguió que Borja recalara finalmente en las filas del equipo aragonés.
No era un capricho, el jugador gallego fue uno de los nombres destacados de la categoría de bronce la pasada campaña, logrando una nada desdeñable cifra de 32 tantos. Una eficacia goleadora que no pasó inadvertida para los equipos de Segunda, cuyo principal hándicap suele relacionarse precisamente con la capacidad goleadora.
Y desde luego, por lo que se ha podido ver en las primeras semanas de entrenamiento, parece que la cantidad de tantos logrados la pasada campaña no fuero una casualidad. El propio Valentín, en rueda de prensa, mostró su admiración para con la eficacia de Borja Iglesias, del que dijo “aún no le he visto fallar un tiro delante del portero”. Un presión que por el momento, el delantero gallego se toma con cierto humor, aunque Ros redobló la apuesta “ojalá el de Boltaña sea el primer hat-trick de muchos”.
Frente a las esperanzas depositadas en él, Borja Iglesias responde como mejor lo sabe hacer: con goles. Así lo demostró en su primer encuentro con el Real Zaragoza, en el que le bastaron apenas treinta minutos para conseguir su primer triplete. Tres goles de factura distinta que muestran algunas de las virtudes del futbolista. Dos de los tantos en boca de gol, el primero aprovechando el fallo del portero local y el segundo de cabeza, con un buen testarazo en el que se adelantó a la defensa. Distinto fue el tercero, en el que mostró fuerza y zancada para zafarse de la marca del central y definir superando al portero en el mano a mano.
Es pretemporada y tan sólo se ha jugado ante el modesto Boltaña, pero el nombre de Borja Iglesias ya resuena en la conciencia del aficionado blanquillo como un nombre de referencia, de cuya infalibilidad dependerá en buena medida el futuro próximo del Real Zaragoza.