Imagen de unidad

El Real Zaragoza consiguió en el Nuevo Arcángel de Córdoba la primera victoria de la temporada en un encuentro complicado en el que se adelantó por dos ocasiones en el marcador gracias a los tantos de Borja Iglesias. Un triunfo que supuso liberar la presión de los malos resultados cosechados durante buena parte de la pretemporada y el inicio liguero.

Porque ganar siempre es importante, pero hacerlo pronto todavía más y si es en un campo complicado y frente a un rival de nivel, el mérito se dispara. De ahí, la felicidad mostrada por el equipo al término de los noventa minutos, que se pudo ver también en la sonrisa que lucía Natxo González cuando sobre el pitido final del árbitro felicitaba a sus ayudantes.
La de Córdoba es tan sólo la primera victoria de este nuevo Real Zaragoza que durante el verano volvió a vivir una auténtica revolución. Un trabajo, el de Lalo Arantegui, que ha servido para rejuvenecer la plantilla, otorgándole al equipo blanquillo un grupo de jugadores con hambre y mucho que demostrar, que además, como se pudo ver en la foto publicada por el club tras el encuentro, ha formado un grupo sólido que promete darle muchas alegrías a la afición zaragocista.