El ex portero del Real Zaragoza, Xabi Irureta, ha concedido una entrevista para el El Periódico de Aragón en la que se ha sincerado sobre su etapa en el club maño. Siempre en el punto de mira, Irureta ha asegurado que se le faltó "el respeto profesional y personalmente". El vasco ha cargado duramente contra los medios de comunicación y les ha agradecido irónicamente la "mala fama y mala imagen" que según el guardamenta dieron de él. Actualmente, se encuentra sin equipo.
Irureta rescindió su contrato con el conjunto aragonés el último día de mercado, sabiendo que era uno de los descartes del equipo blanquillo desde el principio. "No he tenido oportunidad de hacer un solo amistoso para demostrar mi trabajo, que siempre me he tomado muy en serio. Sabía que no contaba, pero si querían sacarnos así lo han hecho muy mal...", ha afirmado el futbolista, que ha culpado al Real Zaragoza de la tardanza en su salida: "Tenía que esperar a lo que fuera lo mejor para mí. Se ha dicho que me ofrecieron al Burgos y que se rieron en mi cara. Mentira. El Reus y el Rayo se pusieron en contacto con el club y hubo negociaciones, pero las pretensiones del Zaragoza imposibilitaron mi salida. También se dijo que no me quería nadie. Otra mentira. Nunca me he tenido que defender de tantos ataques".
La portería no ha sido nunca un lugar fácil en La Romareda. Irureta, después de varios fallos que supusieron la pérdida de algunos puntos, perdió su titularidad. Tanto Luis Milla como Raúl Agné confiaron en el vasco al principio de sus respectivas etapas en el banquillo zaragocista, pero tarde o temprano acabaron sentando al cancerbero: "Durante la primera pretemporada nadie dudó de mí, se consiguieron dos trofeos, paré penaltis y estaba tranquilo. Jugué 10 partidos con Luis Milla y, tras pasar por la suplencia, ya solo siete más con Raúl Agné. Me habría gustado jugar más", ha declarado el jugador, apenado al creer que "empezó una masacre masiva de algunos medios y la presión hace mella tanto en la afición como en el club para que me desplacen a la grada".
"¿Errores? Sí los cometí, claro, como todos, pero a mí se me trató diferente, mal. No fue un buen año, no se consiguió hacer un grupo en el vestuario. Para mí había muchas individualidades en el equipo cuando el fútbol es un deporte grupal. Ahí fallamos todos, pero yo pagué por todos. Yo dejé de jugar en enero y aún así continuaron los ataques hacia mi trabajo para desprestigiarme y cargarme con la culpa de una situación del equipo en la que fallamos todos", ha lamentado Irureta en la entrevista.