Una Copa para olvidar. El Real Zaragoza quiso dar un buen trago para ahogar penas contra el Lugo y, de paso, cobrarse la revancha contra un Lugo que, lo cierto, es que en la primera parte salió a ver qué hacía su rival. Los de Francisco no querían hacerse daño y se notó en La Romareda. Tanto fue así que Papu supo cómo buscarles las cosquillas en una primera parte en la que apenas hubo ocasiones claras.
De hecho, la ocasión más clara fue la del gol del georgiano que, tras una magnífica maniobra en el área, marcó el primer y único gol de la primera mitad. Por lo demás, el Real Zaragoza salió a jugar organizado y ordenado atrás. El 'kaiser', Álvarez, salvó los muebles a punto de llegar al descanso. Por lo demás, el conjunto de Natxo González sobrevivió (dominando, eso sí) a un Lugo gris que no inquieto la portería del conjunto aragonés. Papu ponía el 1-0 en el marcador con una gran maniobra y, la realidad, es que no había mucha más historia que contar...
En la segunda mitad, Vinicius hizo despertar a los casi 20.000 aficionados que se dieron cita en La Romareda. El brasileño dejó un par de detalles en los primeros minutos del segundo acto. Primero con un 'cañito' marca de la casa sobre un rival. Después, quiso escaparse en velocidad cuando corría el minuto 55, pero los defensas rivales le impidieron su intentona. Justo después de eso, Papu fue víctima de un penalti clarísimo que Cordero Vega vio muy de cerca que que quiso no ver... Al fin y al cabo, el conjunto aragonés seguía ganando 1-0. Lo cierto es que mereció más el brasileño, pero antes del 70 Natxo decidió cambiarlo por Borja.
Desde el minuto 70, con Borja ya en la delantera, parecía que la victoria del Real Zaragoza empezaba a peligrar. Papu tuvo la ocasión de marcar el segundo a falta de 10 minutos para el final. El Lugo no quería ganar el partido y el Zaragoza no sabía rematarlo. Pero al fin y al cabo ganaba por la mínima y superaba una nueva ronda.
Borja Iglesia le puso más poso a la delantera después del dinamismo que le había impuesto Vinicius (buen partido del brasileño, por cierto) pero lo cierto es que ayudó a dormir el partido, aunque con algún sobresalto contra sus paisanos gallegos.
Pero es inevitable. Los zaragocista sufrieron, aún sin quererlo, contra un rival -insistimos- que nunca quiso llevarse el pase de ronda. Aún así, entre Leuko y Fede Vico estuvieron apretando a una defensa que achicaba el peligro como podía. De hecho, un centro lucense a punto estuvo de entrar. El balón se estrelló en el larguero ante la mirada atónita -e inmóvil- de Álvarez. Seoane centro a Cristian. Tras eso, González metió músculo en el descuento con el cambio de Ros por Zapater. Por suerte el descuento se acabó y el Zaragoza pasó de ronda... Porque al final se le hizo algo grande la Copa. Por suerte, se la bebió a tiempo.