Uno de los aspectos positivos del Real Zaragoza durante la presente temporada ha sido la apuesta decidida por los jugadores del filial. Un buen puñado de nombres que o bien han pasado a formar parte oficialmente de la primera plantilla, o bien la combinan con el filial, aunque en algunos casos, como el de Guti, no haya una vuelta atrás a la vista.
Una situación que se confirmó en el verano, en que el club hizo oficial el ascenso a la primera plantilla de tres jugadores: Zalaya, Delmás y Lasure. Los tres defensas se sumaban así a Pombo y Raí, también procedentes del Deportivo Aragón, que habían dado el paso al profesionalismo meses antes. Y todo ello en un equipo en el que Álvaro Ratón, otro jugador con pasado en el Deportivo Aragón, ya había contado con la confianza de los distintos técnicos del primer equipo.
Así, ante el Valencia se pudo ver una de las versiones más aragonesas del Real Zaragoza. Durante algunos minutos, sobre el césped de La Romareda se juntaron hasta cinco jugadores aragoneses -Lasure, Delmás, Zapater, Pombo y Guti-, a lo que se añadían otros dos con pasado en el Deportivo Aragón como Ratón y Raí. Una opción que se ha visto reforzada por la actuación de los canteranos, que han mostrado buen nivel siempre que se les ha puesto en liza y que demuestra que su ascenso al primer equipo no es fruto de un capricho.
Sigue pues el equipo aragonés la senda que marcó César Láinez en su último partido como técnico en la que también le dio un marcado acento local al Real Zaragoza, que en aquella ocasión contó en el once inicial con cinco jugadores de la tierra -Lasure, Zapater, Edu García, Pombo y Cani- a los que en la segunda parte se añadió Raúl Guti.