El Real Zaragoza aprovechó la jornada festiva del día de la Constitución para abrir las puertas de La Romareda a sus aficionados, que pudieron disfrutar del entrenamiento de la plantilla dirigida por Natxo González. Una sesión de trabajo especial en la que los zaragocistas pudieron recibir el cariño de la grada.
Aunque para los jugadores no dejó de ser una sesión de entrenamiento más para preparar el próximo encuentro de Liga, en el que recibirán al Cádiz en el coliseo zaragozano, la presencia de público hizo que fuera un día extraordinario. No ahorró la parroquia blanquilla en gestos de cariño hacia sus jugadores, a los que pidieron autógrafos y fotos, animaron y aplaudieron las buenas acciones.
En respuesta, desde el Real Zaragoza también se quiso premiar a todos aquellos aficionados que acudieron en una gélida mañana a La Romareda con balones que llegaron directamente de la mano de los jugadores. Unos futbolistas que a lo largo del día quisieron plasmar su sentimiento a través de las redes sociales, no fueron pocos los que se mostraron agradecidos por el apoyo recibido.