Habemus modelo de once en el Real Zaragoza. Natxo González ha repetido por primera vez alineación en dos partidos consecutivos esta temporada, tras la lesión de Mikel González y la entrada de Grippo a la titularidad junto a Verdasca en Gijón. Además, el sistema 4-4-2 disfruta de continuidad desde la jornada 16. El técnico vitoriano no borró la pizarra.
Lo está agradeciendo Vinícius Araujo. Y es a que Natxo González le gusta el baile que hace la pareja de Borja Iglesias y el brasileño en ataque. Desde el encuentro ante el Reus en La Romareda, exceptuando el partido de vuelta de Copa en Mestalla donde Borja Iglesias descansó, el técnico vitoriano ha apostado por jugar con dos líneas de cuatro y otros dos puntas. Dio resultado contra el Reus después de que los aragoneses disparan en 26 ocasiones, a pesar del 0-0 final.
Reconocía Natxo su satisfacción en rueda de prensa. Así pues, en el importante encuentro ante el Sporting de Gijón, el míster blanquillo repitió alineación con un cambio de cromo. Grippo entraba de inicio tras la lesión de Mikel González ante los reusenses. El Zaragoza sufrió para ganar en tierras asturianas, pero lo hizo con un solitario golazo de Julián Delmás a la salida de un córner en la segunda parte.
"Si algo funciona, no lo cambies", dice el tópico. Natxo González se conoce el refranero. Frente al Cádiz, mismas cartas, mismo dibujo. Aunque no duró ni 45 minutos. Verdasca fue expulsado por protestar al colegiado y se fue a la calle. Situación que rompió los esquemas en el equipo maño. Jesús Valentín entró para cubrir la vacante de Verdasca y Natxo se vio obligado a quitar a Vinícius, que también llevaba amarilla. Las expulsiones evitarán que esto vuelva a suceder la próxima jornada.