Natxo González analizó la derrota frente al Cádiz: "No es fácil hablar del partido. Del arbitraje, Mikel -el jefe de prensa- me ha metido en una bañera con unos hielos para enfriarme y no voy a hablar de él para que se vuelva a reír de mí. El partido muy complicado y debo felicitar a los nueve que han acabado porque con todo en contra hemos tenido corazón y alma y estoy orgulloso de ellos".
El técnico insistió con el colegiado: "No quiero hablar más de él para no darle más minutos de gloria. No ha tenido el mismo criterio en las faltas y va calentando el ambiente y el jugador. Debería medir sus decisiones ante profesionales que se juegan su puesto de trabajo". Natxo habló de depurar responsabilidades: "En esa bañera habría que meter a muchos incluido algún jugador nuestro. Habrá que ver quien tiene la responsabilidad y cada uno marca su camino. Si no son justas habrá que pedir responsabilidades".
Sobre el planteamiento del partido, el técnico fue escueto: "La idea era reforzarnos defensivamente y buscar más variantes arriba". Natxo explicó el ímpetu de sus jugadores: "Teníamos ganas de ganar y hemos salido a tope". El entrenador del Real Zaragoza concluyó su comparecencia dando las gracias y a la afición por su "cariño y apoyo".