Con la victoria del domingo ante el Lugo en La Romareda, el Real Zaragoza suma 34 puntos, dos más que el año pasado a estas alturas de la temporada (jornada 26). Comienzos de año antagónicos. Mientras que a principios de 2017 se iniciaba un episodio futbolístico funesto -y con César Laínez sacando las castañas del fuego para evitar una debacle-, las primeras jornadas del 2018 han significado un punto de inflexión en el conjunto aragonés.
El equipo de Natxo González ha salido del quirófano. Tan solo el Huesca, que ha ganado todo, es mejor que el Zaragoza en la segunda vuelta. Tres victorias, un empate y una derrota para los blanquillos. 10 puntos que insuflan de oxígeno la bombona de aire, que andaba contaminada por la cercanía de los puestos de descenso al ecuador de la presente campaña. Tres puntos le distanciaban. Ahora son cinco. Los mismos que el curso anterior en la misma jornada.
No obstante, el Zaragoza ha sobrepasado la barrera de puntos que sumaba el año pasado en estos momentos de la temporada. 32 acumulaban los de Raúl Agné a mediados de febrero, dos puntos menos que Natxo y sus pupilos. Aunque a efectos clasificatorios la situación es la misma que entonces. La brecha con el descenso se abre a cinco puntos y los puestos de promoción se distancian a ocho. Este año está todo más caro.
En cuanto a diferencia goleadora, el equipo aragonés del presente también es mejor. La diferencia goleadora actual es de 0, ya que los maños llevan los mismos goles a favor que en contra. Más 29 y menos 29. Por su parte, la campaña anterior dicha diferencia era negativa. 32 tantos anotados por 36 encajados (-4). En resumen, el Zaragoza de hoy en día es más fiable que el del año pasado.