El Nou Estadi se hizo blanquillo

Todo en el encuentro entre el Nàstic y el Real Zaragoza fueron buenas noticias para el conjunto aragonés. Los blanquillos consiguieron la victoria, tres puntos vitales para alejar el descenso y poder pensar en nuevas cotas, y además, lo hicieron en el que hasta el momento había sido un campo maldito, el Nou Estadi de Tarragona.

Nunca antes había ganado el equipo zaragozano en el estadio catalán, en el que durante las últimas temporadas se ha convertido incluso en plaza habitual para amistosos estivales. Sin embargo, en competición liguera había sido un imposible y el Nàstic se había convertido en una de las bestias negras del club durante las últimas temporadas.
Por eso y por lo que significa en este momento de la temporada, la victoria en Tarragona, la segunda consecutiva de los de Natxo González, ha sido un encuentro especial. Arropados, como siempre, por la afición blanquilla, que consiguió teñir el feudo tarraconense de blanquillo, haciéndose oír durante los noventa minutos y culminando el encuentro con el himno del Real Zaragoza, todo fue más fácil. Toca ahora volver a La Romareda, con buenas sensaciones renovadas y el deseo de mirar más hacia arriba que hacia abajo.