Los aficionados zaragocistas vibraron antes, durante... y después del partido. La plantilla zaragocista salió al terreno de juego una vez acabado el partido para saludar a sus fieles. Jugadores y afición sellaron así una bonita estampa: la de los cánticos haciendo eco en la grada y la de los jugadores, la mayoría ya en chanclas, disfrutando de los ánimos.
La ocasión era muy especial: tras enlazar cuatro victorias consecutivas, dos de ellas fuera de casa, el grito de "volveremos otra vez, volveremos a Primera división" rasgó las gargantas de los miles de desplazados. Un viaje muy especial, 'el Derbi del Moncayo' rematado con una victoria que vuelve a hacer soñar a la afición zaragocista con que "sí, se puede".