Dentro de las buenas noticias que tuvieron lugar el pasado fin de semana en el estadio de Los Pajaritos de Soria, se colaron también algunas malas, como la lesión de Oliver Buff, cuyo alcance todavía se desconoce, así como las tarjetas amarillas a Grippo y Jorge Pombo, que se perderán el próximo encuentro, frente al Lorca.
En el caso del delantero zaragozano, el Real Zaragoza se había planteado la opción de recurrir, al considerar que la sanción no se ajustaba a la realidad. Pombo vio la cartulina en el momento en el que se marchaba del campo, ya que a consideración del colegiado, lo hizo con excesiva calma, con el objetivo de perder tiempo.
En palabras del propio Pombo, “veo el cambio, me alejo un poco, me voy y veo a la afición coreando mi nombre. Me giro un momento y sigo andado. El árbitro no me dice nada y me saca la tarjeta. Son cosas del árbitro”. Un criterio, el del colegiado Cordero Vega, tan personal y difícil de cuestionar, que desde el Real Zaragoza se ha desechado la opción del recurso al considerar que las imágenes televisivas apenas pueden aportar nada nuevo a lo que ya se vio en el estadio de Los Pajaritos.