Si la semana pasada se sacaba los estudios de la ESO, el domingo estuvo cerca de llegar a las manos en el sorteo de campos previo al encuentro. Se trata de Andrés D'Alessandro, ex del Real Zaragoza, que vuelve a ser noticia. Aunque esta vez seguro que no se siente "orgulloso" de ello. La rivalidad del clásico brasileño de Porto Alegre, entre Internacional y Grêmio, dio pie a un ambiente que caldearon los capitanes antes del pitido inicial.
D'Alessandro es conocido por ser un futbolista problemático. Ya en su etapa de zaragocista protagonizó un episodio junto a Pablo Aimar en el que ambos acabaron discutiendo en un entrenamiento. Y en Brasil, se ha vuelto a recrear en su manera de ser. Como capitán de Internacional, acudió al lanzamiento de moneda que todo árbitro realiza antes de un partido. Al otro lado estaba Maicon, mediocentro conocido del fútbol carioca. Bien, pues no había caído todavía el metal sobre las manos del trencilla, que ambos capitanes ya se estaban peleando.
Una discusión verbal que pudo llegar a las manos si no llegan a ser separados por los cinco jueces que arbitraron el encuentro. Finalmente, el clásico lo ganó Grêmio con dos goles de Luan, por lo que D'Alessandro no andará muy contento. Además, el argentino cumplía 400 partidos con Internacional, donde ya es una institución del club. El centrocampista recibió una placa conmemorativa de parte del presidente del club y disputó los 90 minutos del clásico, durante los que tranquilizó su temperamento.