Cristian Álvarez, uno de los hombres más importantes del mejor Real Zaragoza de los últimos años, fue un fichaje atípico. A diferencia de lo que sucedió con el resto de incorporaciones de la categoría, el argentino llegó al club tras un año inactivo. Una temporada desaparecido, lejos de las cámaras, de los focos, con los vídeos en Youtube de sus grandes intervenciones con el Rayo o el Espanyol como único vestigio de su paso por el fútbol. Fue en mayo de 2016 cuando Cristian se había quitado los guantes por última vez tras un partido oficial, en un partido de la liga paraguaya que su equipo, el Cerro Porteño, perdió por 0-1 ante el Libertad. Tras ello, decidió dejar el fútbol por motivos personales.
Tras un año inactivo, llegó el advenimiento de Cristian Álvarez. En agosto de 2017 fichó por el Real Zaragoza. Ya desde su rueda de prensa de presentación expuso claramente lo que venía a ofrecer: "Muchísimo trabajo, honestidad y mucha ilusión por hacer las cosas bien y sumar en lo que haga falta".
Gracias a ese trabajo, el portero debutó en Liga en septiembre en Lugo, con una derrota, y en La Romareda con un partidazo ante el Nàstic. Según una entrevista a MARCA el pasado mes de febrero, durante su año sabático encontró la necesidad de seguir jugando: "Fue naciéndome dentro la necesidad de estar otra vez jugando, entrenando, compitiendo... Esa especie de experiencia que estaba viviendo por dentro se conectó con algo y me surgió la oportunidad de venir a Zaragoza".
Una suerte del destino entre dos nombres, Cristian Álvarez y Real Zaragoza, que se buscaban mutuamente sin saberlo. Antes había sonado con mucha fuerza el guardameta Alberto García, ex del Getafe que finalmente fichó por el Rayo Vallecano. El fichaje del portero argentino fue una gran incógnita para la afición y una decisión arriesgada debido a la conflictividad de la posición que venía a ocupar: la portería.
Desde el año del descenso, se ha probado con porteros veteranos (Leo Franco y Manu Herrera), con canteranos (Óscar Whalley y Pablo Alcolea), con jóvenes promesas (Bono) y un arquero que había llegado a ser el 'zamora' de la categoría en 2014 con el Éibar (Xabi Irureta).
Ninguno llego a triunfar, y para hacerle la competencia al actual portero (el pujante Álvaro Ratón) llegó un argentino al que el gran público había olvidado... como la mayoría de equipos de fútbol, parece. Y es que pese a tener alguna oferta en sus manos, Cristian Álvarez llegó a agosto sin equipo. Una gran apuesta que le lleva dando puntos al Real Zaragoza durante toda la temporada.