El último deseo de Wilk

Cezary Wilk ha hecho oficial su desvinculación con el fútbol y el Real Zaragoza debido a sus problemas con la rodilla. El futbolista polaco ha sido el protagonista del día en la Ciudad Deportiva, donde se ha despedido emotivamente del zaragocismo. No obstante, el sentimiento de pertenencia al club blanquillo hace que el polaco proclame un último deseo antes de dejarlo: "Mi ilusión es que subamos a Primera División en junio".

Las últimas horas como futbolista no han sido fáciles para Wilk, tampoco los últimos años. Desde su llegada a la capital aragonesa en 2015 no ha levantado cabeza. Tres operaciones de rodilla en tres temporadas. Algo demoledor. A pesar del mal trago, Wilk recuerda varios momentos de su carrera que le han hecho feliz: "Recuerdo los partidos contra Crackovia tanto en Polonia como en Europa, mi primer encuentro en Primera División con el Deportivo de la Coruña y mi primer gol con el Zaragoza en Segunda División”.
Wilk solo ha tenido buenas palabras para su estancia en España, donde asegura que "si todo va bien nos quedaremos con la familia aquí". Tanto en el Dépor como en Zaragoza, el polaco se ha sentido "fenomenal". Además, considera "muy importante" haber jugado en dos equipos históricos para poder presumir de ello con sus hijos: "Cuando acaba tu carrera le puedes contar a tu hijo que has jugado en un equipo como este. Cuando el Zaragoza esté en Primera podré decir que yo estuve en allí".
Por último, Wilk ha querido expresado un último deseo futbolístico, siempre con los pies en la tierra y sin lanzar las campanas al vuelo: "Ahora estamos en un buen momento y creo que va a seguir así, pero esto es fútbol y todo puede cambiar entonces. Hay que estar tranquilos y tener paciencia pero, creo con estos jugadores y este entrenador podemos celebrar el ascenso en junio".