El Real Zaragoza ha llevado a cabo su última sesión preparatoria de cara al partido de LaLiga 1,2,3 frente al Sporting y lo ha hecho en el mismo escenario en el que tendrá lugar el encuentro, el estadio municipal de La Romareda. Un campo vacío que aguarda en las últimas horas antes de un choque en el que volverá a convertirse en fortín blanquillo, defendido por un ejército de aficionados.
El equipo ha trabajado a las órdenes de Natxo González, que podrá contar con la práctica totalidad de su plantilla a excepción de Simone Grippo, que sigue recuperándose de su lesión de rodilla. Por lo demás el grupo al completo sobre el césped del coliseo zaragozano incluido Jesús Alfaro, que no estuvo presente en el inicio de la semana por gastritis y el portero del filial Jagoba, que ha acompañado a los dos guardametas del primer equipo.
Una sesión en la que poco se ha podido ver respecto a lo que hará el técnico vasco para frenar las acometidas del Sporting, el mejor equipo de la segunda vuelta. Trabajo de activación con y sin balón y los secretos del técnico vasco, que tratará de acabar con la racha victoriosa de su rival, que no pierde desde el derbi asturiano, a principio de febrero.