No se acaba el fútbol para el mítico Miguel Linares. El veterano ariete de Fuentes de Ebro, un experto en los secretos de todos los rincones de las porterías de Segunda división (y antes de Segunda B y la Tercera aragonesa) va a sumar una nueva camiseta a su colección a sus 35 años. El Reus ha decidido contratar con los servicios del hasta ahora capitán del Real Oviedo.
El veterano delantero se ha hecho un hueco en la historia del club carbayón, al que llegó en 2014. 30 goles marcó para sacarlos de Segunda división B. En su estreno en la división de Plata tras casi 15 años de ausencia, los asturianos rozaron los play off de ascenso gracias en parte al trabajo y a los seis goles del aragonés. Los dos últimos años ha mejorado sus cifras, con ocho y diez tantos, respectivamente. Linares ha alternado la titularidad con Toché y se había hecho uno de los hombres fuertes del vestuario oviedista.
Como anécdota de su paso por el Real Oviedo, el año que ascendió realizó junto a su mujer una peregrinación desde Fuentes de Ebro hasta el Pilar. 28 kilómetros, cifra mágica. Un kilómetro por cada gol que marcó en la Liga regular para sacar a su equipo de Segunda B. Un plan tan bonito como aragonés.
Antes, jugó en el Salamanca, Elche y Recreativo en Segunda división. Sus inicios estuvieron en el equipo de su pueblo, el Fuentes, con el que se cansó de marcar goles en Tercera. Más tarde en el Utebo marcó 30 goles. Era 2004, tenía 22 años y había llegado el momento de dar el salto al filial del Zaragoza. Pero en la Ciudad Deportiva no pudo demostrar su valía y sólo marcó tres goles. Tampoco le irían bien las cosas en el Huesca, donde en un año difícil jugó 14 goles sin poder ver puerta.
Su redención llegaría un poco más al este, a orillas del Vero, en aquel Barbastro de Segunda B en el que destacaban los también zaragozanos Edu Navarro (portero que triunfó en Segunda con el Huesca y el Numancia) e Iván Martínez. Fue de lo mejor de aquel Barbastro que quedó último pese a realizar una meritoria temporada, y marcó diez goles. Al año siguiente, en Tercera, se aburrió a perforar redes: 36 tantos en Liga regular, dirigido por el mítico Álex Monserrate. Era 2008. En play off llegaron a la final y cayeron contra el Barcelona B de Pep Guardiola, Sergio Busquets o Pedro. Sí, justo un año antes de ganar la Champions en Roma ante el Manchester United, Guardiola y cía sumaron su primer gran éxito contra el Barbastro.
Aquellos dos años en el Somontano le abrieron de par en par las puertas del fútbol profesional a Linares, y no lo desaprovechó. Alcoyano en Segunda B y Salamanca en Segunda fueron su confirmación como un futbolista goleador impenitente que la última vez que le marcó al Zaragoza (en un 1-2 a favor en 2013 con el Recreativo en La Romareda) no se olvidó de pedirle perdón al público. Un ariete al que le da igual que sea Tercera, Segunda o Segunda B. Lo único que quiere es golear. Gustará en el esforzado y sacrificado Reus Deportiu.