La Romareda es el escenario de un idilio. Desde el final de la pasada temporada, el Real Zaragoza y su afición se han convertido en una sola cosa, un único elemento con un único objetivo: el ascenso. Un camino que se derivó al abismo en la promoción frente al Numancia, pero que ahora, comienza de nuevo con la esperanza renovada.
Un romance que se produjo durante la parte final de la campaña pasada y que parece haberse reforzado durante la pretemporada. Porque todo arde si le aplicas la chispa adecuada. En este caso, el grupo liderado ahora por Imanol Idiakez parece decidido a mantener el calor de los suyos de la misma manera que lo logró, con el esfuerzo como un valor innegociable y el mimo al balón para darle salida al talento de sus jugadores. Así, en esta preparación, los blanquillos han sido capaces de plantar cara a tres equipos de la máxima categoría, lo que ha permitido soñar a quien quisiera.
Frente a temporadas anteriores, el gran cambio ha sido la permanencia del bloque. En lugar de mantener un puñado de jugadores para hacer cambios a decenas, en esta ocasión se ha quedado la gran mayoría, realizando apenas pequeños retoques en la plantilla. Esa es la gran fuerza de este Real Zaragoza, que llega a su segundo año de proyecto con las ideas claras, sin esconder que el objetivo ahora es el ascenso.
Así llegan los aragoneses al partido, tras una pretemporada accidentada que apenas ha permitido al nuevo entrenador gozar de su equipo. Ausencias que merman especialmente el centro del campo, donde se han caído tres piezas fundamentales como Zapater, Guti y Eguaras. En el lado contrario, la irrupción de una nueva hornada de jugadores canteranos. Nieto se ganó contrato profesional; Clemente y Torras se ganaron los minutos y luego está Soro. El mediapunta aragonés ha hecho realidad todas las esperanzas que se tenían sobre su figura hasta el punto de hacerse un hueco como titular en este primer encuentro de liga. Soro y diez más en un encuentro en el que hasta el último instante no se podrán disipar algunas dudas.
Enfrente tendrá a un modesto. Un equipo debutante en la categoría, que llegará a La Romareda tremendamente cambiado con respecto a hace poco más de mes y medio, cuando consiguió el billete para LaLiga 1|2|3. Lo que permanece es su entrenador, el peculiar Antonio Iriondo, un hombre de modesto historial pero con las ideas claras. En el Rayo Majadahonda, la experiencia se queda atrás, con hombres como Verdés, Morillas, Isaac o Luso y la juventud, delante, gracias al talento joven de Enzo, Fede Varela, Echu o Schiappacasse.
Se inicia así la temporada 2018/19 en La Romareda. Un encuentro de ilusiones encontradas en el que el Real Zaragoza deberá superar también en eso a su rival para no trasladar a la grada una primera desilusión y conseguir que partido tras partido siga viva la llama.