La afición blanquilla contra viento, marea... y silicona

El Real Zaragoza tiene algo que nunca falla: su afición. Tanto da que sea en verano o en invierno, incluso cuando muchos se encuentran todavía apurando sus últimos días de vacaciones. No importa si el destino esté próximo a tierras aragonesas o si hay que cruzar el país, pero la afición blanquilla siempre está allí.

No podía ser una excepción el Camp Nou de Reus, un destino cómodo para aquellos que se han desplazado desde la capital del Ebro y más todavía para quienes tienen como destino de vacaciones la Costa Dorada, conquistada hace tiempo por los visitantes aragoneses. Así, pese a las limitaciones propias de un campo pequeño como el de la localidad tarraconense, los aficionados blanquillos se han hecho notar, por momentos, haciendo resonar sus cánticos muy por encima de la parroquia local.

Todo pese a los incidentes que se produjeron en los minutos previos al encuentro, en el los que los aficionados que se acercaron a las taquillas del estadio se encontraron que habían sido selladas con silicona. Un acto vandálico que provocó el retraso a la hora de dispensar las entradas, provocando la impaciencia de decenas de blanquillos que aguardaban.

Los aproximadamente unos 500 aficionados del Real Zaragoza que han poblado las gradas del estadio reusense, tanto en la zona visitante como salpicados por todo el estadio. La pena ha sido que no han podido disfrutar de la primera victoria del equipo aragonés en aquellas tierras.