El Real Zaragoza tratará de volver a la senda de la victoria tras dos derrotas consecutivas. Enfrente tendrá a una de las revelaciones de este inicio de temporada, el Albacete, que ha logrado anclarse a la zona alta de la clasificación. Además, habrá otro factor que tener en cuenta, ya que los aragoneses deberán sortear la maldición de los viernes.
Y es que los caprichos de los calendarios programados por LaLiga Santander obligan a los equipos a jugar en días poco dados a la práctica del fútbol. En el caso del Real Zaragoza, no es de extrañar que por obligaciones televisivas deba jugar más allá del fin de semana, tanto en viernes como en lunes. Dos días poco propicios para el conjunto aragonés.
Según los datos manejados por el experto en historia y estadística del Real Zaragoza, Vidal Viñarás, tanto lunes como viernes son los días en los que menos veces ha jugado el equipo blanquillo, siendo además el viernes el que peor porcentaje de victorias ofrece. En los encuentros disputados el último día laborable de la semana, apenas un 15%.
De hecho, el Real Zaragoza en plena racha durante la segunda vuelta de la temporada pasada fue capaz de romper una racha que perduraba desde 1973. Sin embargo, de los seis encuentros disputados en viernes el pasado año únicamente se gano uno, el encuentro en La Romareda frente al Córdoba por 1-0. Además, derrota en la jornada inaugural ante el Tenerife (1-0); derrota en Lugo en la jornada 5 (2-1); empate en casa ante la Cultural (0-0); otro fiasco, en Granada (2-1) y finalmente el empate en Reus (1-1).
Una situación más de la que deberá reponerse el equipo aragonés para afrontar con las máximas garantías el encuentro del Carlos Belmonte, una prueba de fuego para medir la madurez de un Real Zaragoza que quiere mantener, no sólo las aspiraciones de ascenso, sino también la confianza de una afición volcada con su equipo.