Diez días esperando a Osasuna
El Real Zaragoza logró cosechar un meritorio empate en su visita al Carlos Belmonte de Albacete. Los aragoneses fueron capaces de igualar el partido tras el 2-0 inicial, con oportunidades incluso de haberse llevado los tres puntos. Una subida en el ánimo de los equipos, carga de adrenalina, que deberá aguardar pacientemente hasta la próxima cita, en La Romareda y frente a Osasuna.
Y es que el fútbol español y especialmente LaLiga 1|2|3 es rehén de unos horarios demenciales promovidos por las televisiones, que afectan especialmente a aquellos equipos que más atención generan para los espectadores. Es el caso del Real Zaragoza, un seguro de buenas audiencias, que paga en el campo los caprichos televisivos.
De viernes a lunes
Por eso, los de Imanol Idiakez se enfrentan a la semana más larga posible en la categoría. Prácticamente diez días sin competir, a la espera de que llegue un partido de la máxima rivalidad frente al conjunto pamplonés. Tras finalizar su encuentro en la noche del viernes en Albacete, el Real Zaragoza no volverá a poner puntos en juego hasta el próximo lunes en La Romareda. Una situación a la que se le añade el inicio de las fiestas de El Pilar.
Un momento para tratar de pulir los errores cometidos durante las últimas jornadas y para templar los ánimos de la plantilla. Todo un ejercicio de mano izquierda para Idiakez, que deberá manejar un vestuario ansioso por la llegada de un encuentro de la máxima rivalidad. Un ejercicio complicado para los jugadores pero también para la afición, que espera con ansia la vuelta del equipo al renovado césped de La Romareda para tratar de doblegar al más tradicional de los enemigos del equipo blanquillo en los últimos tiempos como es el CA Osasuna. Un rival, que además, llegará especialmente necesitado de puntos al coliseo zaragozano.